Relajada, viendo a su alrededor, un hermoso bosque a la hermosa luz del sol de primavera, disfrutaba la vista, ver pajarillos cantando y volando, hermosas flores a lo largo del camino. No hace mucho que había salido de la última aldea para continuar con su viaje, la habían mandado a konoha por un legado de su clan, y a pesar de contar con apenas once años, sabía controlarse perfectamente gracias a los duros entrenamientos que lograba mantener gracias a los antiguos pergaminos del escondite de su clan y los duros entrenamientos de su tutora.
La chica vestía de una capa negra con un gorro tapando parte de su pálida piel, portaba una katana debajo de su capa, pues no se sabía si alguien la fuera a atacar.Solamente faltaban dos días para llegar, ya llevaba un mes de viaje, pues la chica no tenía prisa alguna para llegar, caminaba a paso lento y se detenía por la noche en algún pueblo que pasaba para comprar provisiones, el dinero no era problema pues contaba con suficiente pues su tutora le había dado suficiente dinero para su viaje pues era ella quién tenía el encargo de enviarla a dicha aldea de parte de sus progenitores.
Pasaron los minutos y el atardecer se hizo presente en el lugar, decidió acampar ahí, buscó con la mirada un lugar donde descansar, y al encontrarlo se sentó debajo de un árbol recargandose en este, de su pequeña mochila que traía debajo de la capa sacó aquella carta que debía entregar al hokage al llegar a la aldea, la observó por unos instantes para pensar en lo que le esperaría en aquella aldea, según lo que le había mencionado su tutora, era que debía estar en aquella aldea hasta cumplir los catorce años y regresar con ella.
Volvió a guardar la carta en su lugar, para luego pasar sus brazos por su cabeza mirando el sol ocultándose debajo de las montañas y por detrás de los árboles. Sinceramente a la chica le daba curiosidad saber de que se trataba la carta pero tenía prohibido leerla. Soltó un suspiro y sonrió ligeramente para cerrar los ojos y, al poco tiempo quedar profundamente dormida.Sonrió al percatarse de que la muralla que rodeaba su destino estaba casi cerca, después de un mes viajando por fin había llegado, y, ¿Pará qué negar que había disfrutado su largo viaje? Pues odiaba tener que desplazarce con prisa, a ella le gustaba tomar las cosas con calma.
-Hey! ¿Quién eres y qué haces aquí?- le preguntó una voz masculina en la entrada a lo cual la chica volteó a verlo, puso su mano derecha debajo de la capa para lograr sacar un permiso que le había entregado su tutora, se los enseñó a los chicos y éstos asintieron dando a entender que podía pasar.
-Arigato- agradeció con su suave voz haciendo una reverencia para después entrar a la aldea y seguir con su camino.
Ya dentro, se logró divisar un tic en su ojo derecho, pues había olvidado preguntar donde se encontraba la torre hokage, así que la chica suspiró y se acercó a la primera persona que vio más confiable y le preguntó, una vez con las indicaciones dadas fue hacia el lugar hasta quedar frente a un edificio de color rojo, entró a este, había varios guardias pero logró pasar sin problemas al enseñarles el permiso, y uno de ellos la acompañó hasta su oficina donde despacio tocó la puerta recibiendo el conocido "pase" a lo que ambos entraron al lugar para que luego el chico que la acompañaba hablara.
-Perdone la interrupción Hokage-Sama pero esta chica desea hablar con usted
-No importa, así que si nos disculpas puedes retirarte- respondió el mayor del lugar a lo que el otro hizo una reverencia y salió del lugar- bien, ¿Cuál es tu nombre?
-Me llamo ___, un gusto, hokage-Sama-hizo una reverencia quitándose el gorro de la capa dejado ver su rostro con la piel tan blanca como la nieve y el cabello claro, y ojos de un morado claro.
-Bien, ___, ¿A que se debe tu visita?- sonrió amablemente.
La chica se paró derecha y metió su mano derecha en la mochila para sacar la carta y entregársela al hokage.
-Mei-sensei me dijo que le entregará esta carta una vez que haya llegado aquí- dijo una vez que el mayor recibiera la carta, éste, con mucho cuidado y delicadeza la abrió mirando a la chica de reojo que sonreía delicadamente para una vez abierto el sobre, comenzar a leer, y al poco rato su expresión relajada cambió a una de sorpresa.
-Ya veo- dijo guardando la carta dentro del sobre para poner una expresión pensativa- bueno, buscaré un departamento en donde te puedas quedar, así que si quieres puedes quedarte a esperar en la oficina o explorar la aldea.
-Optaré por explorar la aldea, de paso pasaré por un restaurante para comer algo, ¿Puedo... dejar mi capa aquí?- preguntó lo último algo avergonzada a lo que él mayor sonrió asintiendo.
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KOTONARU || Sasuke Uchiha ✔
Fanfiction異なる | 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞 Después de la muerte de su familia, una chica de hermosos cabellos albinos llega a Konoha. Aquella aldea que le trajo recuerdos completamente diferentes a los que ya tenía. Y donde conocería a cierto chico, completamente dif...