- No quiero tenerte cerca.- Logré separarme antes de que su rostro y el mío se rocen.
- De verdad?-
- Ya no quiero sufrir, sé que te irás una vez más y te llevarás a nuestra hija y yo empezaré de cero, como siempre.-
- Entiendelo.- Ambas estábamos intentando no flaquear.- Que lo único que quiero es que todo vuelva a ser como antes, que me mires como me mirabas antes.-
- Y tu secretaria?-
- Qué hay con ella?-
- La dejaste tirada en España? O por qué no la vi cuando llegaste?-
- Oh, así que sigues celosa de ella.- Sonrió tomando mi mentón.- Tiene vacaciones y se quedó con su novio allí, porque tiene novio y ni ella ni yo buscó pasarse.- Enseñó su mano izquierda.- Yo nunca acepté que nos separemos.-
- Pero firmaste el divorcio.-
- Porque me obligaste a hacerlo, porque parecías desesperada por que pase.- Tomó puñados de su cabello.
- Se nota que esperabas que al volver aquí, yo te diga que te amo, que me arrodille a tus pies y haga lo que mierda quieras, pero no va a pasar. No estás aquí por mi, estás aquí por Mafe.-
- Entonces, por qué no me echaste aún?- Cierto.- Por qué no haces lo que en realidad quieres hacer? Sabes que yo también quiero.- Buena idea.
Me acerqué lentamente, apoyando mis manos en sus hombros, notando como ella enfocaba su mirada en mis labios, pegándose a mí para que cuando estuvo a punto de tomar mis labios, ya había corrido su rostro de una cachetada.
- Casi, pero no es eso lo que quiero.- Besé su mejilla, alejandome para retomar la cocina.
- Y por qué me tienes aquí, entonces?-
- Porque tenemos una hija en común y lleva meses queriendo verte.-
- Y me querías ver?- Se apoyó en el marco de la puerta.- Por qué no respondes? Por qué tienes tanto miedo de decirme la verdad?-
- Qué quieres escuchar? Dímelo así me dejas en paz.-
- Quiero que digas lo que tu corazón quiere, no lo que tu mente te obliga a decir para hacerme sentir mal a mi.- Hice oídos sordos.- Bien, si quieres jugar a eso, te voy a besar.-
- Intenta...- Lo hizo y solo pude sentir como tomaba mis manos y las dejaba en su nuca, abrazandome fuertemente con tal de que no me separe ni siquiera un poco, sintiendo como tiró de mi labio inferior, cerrando mis ojos para seguirla, apoyando mis manos en la mesada.
- No.-
- Qué?- Me senté en el piso, sintiendo como tomaba mis mejillas, acariciando suavemente, secando mis lágrimas.- Qué pasa?-
- Te vas a ir.- Negó rápidamente.- Si.- Me abrazó fuertemente.- Me vas a dejar otra vez.-
- No.- Conectó nuestras miradas.- Y si me voy, te llevo junto, nos vamos las tres.- Pegó nuestras frentes.- Por favor, no me quiero alejar nunca más de tu lado, ni siquiera pienso perder el tiempo en estupideces antes de tenerte conmigo una vez más.- Negué rápidamente, sintiendo como me abrazó demasiado fuerte, cerrando mis ojos por inercia.- Confía una vez más en mi, Makis.- Acarició mi cabello suavemente.- Con el tiempo lo hiciste, puedes hacerlo otra vez, podemos volver a ser las mismas.-
- No me dejes sola.- Esperaba no arrepentirme.- No me sueltes, no me dejes otra vez.-
- No pienso hacerlo.- Secó mis lágrimas suavemente.- Te amo y si tengo que elegir, te elijo siempre, toda mi vida.-
- Te amo.- Noté su sonrisa, volviendo a besarme.- No me lastimes otra vez, por favor.-
- Ya no más dolor.- Susurró contra mi oído.- Por Mafe y por nosotras.- Asentí rápidamente.- Te amo, mi amor.-
Mi teléfono sonó, tomándolo rápidamente.
- Mamita.- Sentí sus brazos rodearme.- El abuelo quiere darme helado, puedo? Solo será uno, lo prometo.-
- Si.- Susurre sintiendo como dejaba suaves besos por mi cuello.- Esta noche pediremos hamburguesas y de postre compraré chocolate.-
- De verdad?-
- Alguna vez te mentí y terminamos comiendo verduras?-
- Ya perdonaste a mamá?-
- Estábamos en eso si no hubieras llamado.- Escuché perfectamente su gritillo de alegría, dejándolas hablar mientras servía la comida, siguiendola cada vez que me besaba, intentando ponernos al día con todo lo que habíamos hecho este último tiempo.-
- La sigues usando.- Susurre al ver los dos anillos juntos en su dedo.
- No quería aceptarlo.- Agache mi cabeza.- Dónde están los tuyos?- Me puse de pie, buscando en mi armario la caja de terciopelo, sin esperar que la quite de mis manos y se arrodille para tomar el anillo de compromiso.- Volvemos a ser las mismas?-
Quería que volvamos a ser las mismas? Por qué no podríamos ser algo mejor que lo que fuimos?

KAMU SEDANG MEMBACA
Aprender A Quererte- (Ventino) [Makia]
Fiksi PenggemarDos desconocidas, un matrimonio pactado y una empresa para reconstruir.