- Te ayudo?- preguntó bajando las escaleras lentamente
Por más de que había le había advertido que se quedara acostada, parecía no querer cumplir
- Cómo quieres caminar si parece que ya estás corriendo?- pregunté con cierta molestia, mientras ella reía, acercándose a mí, intentando mantener la distancia prudente
- Corro porque sé que voy a terminar en tus brazos- dijo siguiendo con su cometido, recibiendola al saber que no dejaría de perseguirme, intentando que se recueste en el sofá, consiguiendo que nuestros cuerpos queden demasiado cerca- creo que quiero desayunar otra cosa- susurró mordiendo mi labio inferior, justo cuando el timbre sonó
- Creo que te tendrás que conformar con el desayuno normal- susurre besando su mejilla, abriendo la puerta como solía pasar desde que ella estaba haciendo su respectivo reposo, comenzando a tomar mi papel en la casa
- Por fin te encontré- susurró sonriendome abiertamente, mientras se arrodillaba frente a mí. Esto no puede ser real
Jaime estaba frente a mí, con una pequeña cajita de terciopelo que mostraba un anillo con un hermoso diamante en el medio
- No puedo vivir sin vos, por favor Makis, te casarías conmigo?- preguntó con cierto tono de objeción, sintiendo los brazos de Afanador rodearme, mientras que su mentón quedaba posado en mi hombro
- No puedo hacerlo- susurre con cierto odio hacía él- no puedo perdonarte lo que hiciste, así que por favor, podrías irte?- pregunté sintiendo sus manos recorrer mi vientre
- No me hagas esto, Makis por favor, yo te amo- se puso de pie, dando un paso, el suficiente para que Natalia afiance su agarre
- Pero yo ya no- corté cerrando la puerta en su cara, sintiendo mi vista nublada, abrazandola fuertemente, sintiendo sus caricias darme esa tranquilidad que tanto necesitaba
- Mejor?- preguntó en un susurro, mientras yo simplemente ejercía más fuerza, no quería separarme de ella
- Mañana en la noche tienes planes?- pregunté luego de unas horas, mientras mirábamos una película
- Que quieres hacer?- preguntó sin entender
- Te vas a poner algo lindo- tire de su remera dejando sus labios demasiado cerca de los míos, resistiendo a la tentación- y vamos a tener nuestra primera cita- susurre sobre sus labios, sin aguantar demasiado, uniendolos en un suave beso
- Acepto- dijo con cierta felicidad escondida, mientras volvía a unir nuestros labios. Estaba siendo adicta a ellos y no me importaba en absoluto
Los besos parecían seguir sin ningún inconveniente, ninguna parecía querer separarse, hasta que mordi con cierto deseo su labio inferior
- No empieces algo que no vas a terminar- susurró con sus labios hinchados, volviendo a besarla, esta vez, siendo un beso más pausado
Mis labios me ardían, pero no quería separarme de los suyos, quería estar así todo el día, solo que la escasez de aire no contribuía
- Puedo terminarlo mañana?- pregunté con cierta picardía, mientras acariciaba mis mejillas
- Y ahora?- preguntó con cierta súplica
- Quiero que sea especial- asintió ante mi respuesta, teniendo mi momento de pensar lo que acababa de pasar y lo que pasaría:
Acababa de confirmar que estaba dispuesta a acostarme con ella, cediendo a sus provocaciones y sus estupidos deseos por llevarme a su cama; y no conforme con eso, estaba casi jurando tener sexo después de nuestra primera cita, la cual, tendríamos que haber tenido hace mucho tiempo
- Tendré que ser romántica? O podré ir directamente al punto?- preguntó mientras sus manos recorrían el borde de mi blusa
- Tendrás que ir a mi ritmo- dije con cierta burla
- Entonces pasaremos un mes intentando hacer el amor- dijo sarcástica, consiguiendo que la mire fijamente, justo cuando cayó en cuenta su suposición
- Haríamos el amor?- pregunté sin entender, viendo la mueca fija en sus labios
- Como prefieres catalogarlo? Si quieres que sea algo rápido podría ser sexo; pero si quieres algo que no salga de lo hermoso de la primera cita, haríamos el amor- explicó sin pelos en la lengua, comenzando a arrepentirme de esa idea de entregarme a ella, por el simple miedo de enamorarme, y que quizás, ni siquiera nos casemos
- Que prefieres?- pregunté, mientras jugaba con su mano, en la que descansaba el anillo que le había entregado
- Prefiero tener una buena primera vez juntas- susurró besando mi frente- qué es lo que menos te gusta durante el sexo?- preguntó tranquilamente, sabía perfectamente que era experta en el tema, mientras que yo, apenas podía saber lo que pasaba, gracias a las películas y a los movimientos bruscos de Jaime
- Que me lastimen- susurre mirándola fijamente- el idiota que estaba arrodillado hace horas ahí es un animal que simplemente no sabe lo que es la delicadeza- dije con cierto rencor
- No te trato como debería- susurró pasando un mechón rebelde detrás de mi oreja, dejando su mano en mi mejilla- no supo valorar lo que tenía- agregó volviendo a unir nuestros labios.
A que se refería? No tengo ni idea, pero me encantaba el romanticismo que venía incluido con la depravada sexual que estaba besando en estos momentos
- Nunca tuviste ninguna infección?- pregunté al saber que podría pasar y necesitaba saberlo
Normal, hablando de sexo con Natalia... ustedes bien?
- Piensas lo peor de mí- susurró riendo- y no, nunca tuve ninguna- dijo sin ningún problema
- Pienso lo peor porque siempre dijeron lo mismo- expliqué mirándola fijamente
- Siempre creyeron que iba de cama en cama- dijo con cierto rencor- pero tenía novio y él me era infiel, solo que yo seguía intentando ser una novia correcta, hasta que el rumor de que yo era una zorra se comenzó a propagar, pero ni siquiera había perdido mi virginidad- explicó acariciando mi mejilla- cuando cortamos conocí a Juliana y con ella, su vida loca, comenzando a conocer gente, pasando la noche con desconocidos, hasta que apareciste- agregó sonriendo
Ahí estaba una de las grandes versiones, y yo le creía. Porque notaba su sinceridad conmigo y porque sabíamos que no era conveniente que tengamos mentiras entre nosotras.

ESTÁS LEYENDO
Aprender A Quererte- (Ventino) [Makia]
FanfictionDos desconocidas, un matrimonio pactado y una empresa para reconstruir.