[2ª temporada ya disponible]
Lana Haros es una estudiante extranjera de intercambio en Corea del Sur que pronto conocerá a un grupo de chicos bastante especiales.
Si viajar a la otra parte del mundo no era suficiente, una sonrisa cambiará aún más su...
(N/A: Si no queréis leer todas, considerad leer solo la última).
· • —– ٠✤٠ —– • ·
Julio fue un mes complejo. Con los chicos trabajando tan duro para el showcase, Lana tuvo mucho tiempo libre. Fue por ese entonces que comprendió lo que significaba estar sin ellos. Decidió utilizar todos esos pensamientos que le rodeaban y volcarlos en ocho cartas distintas. Una vez en sus manos tras el día de su partida, cada uno abrió la suya a su propio tiempo.
· • —– ٠✤٠ —– • ·
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Querido hermano,
Elegí este sobre negro no por nada en especial, sino porque siempre te vistes de ese color. Y, en realidad, porque me recuerdas mucho a la noche.
Esta es la segunda carta que te escribo, y desde la primera todo ha cambiado muchísimo, ¿verdad? Ahora mismo estás entrenando muy duro en la compañía. Cuando leas esto, el showcase habrá sido un éxito. Veo el futuro, ¡sé que no me equivoco!
He aprovechado, entonces, para escribir esto desde tu habitación. Tranquilo, no me paso los días aquí. Es solo que, supuse que este lugar me traería inspiración. Hemos vivido muchas cosas aquí, y además, es el lugar donde muchas de tus canciones fueron creadas.
Estoy en tu habitación, un lugar que relaciono contigo. Un lugar en el que cualquiera deduciría que pasas mucho tiempo. Y, ahora que no estás, se siente exageradamente vacío. Creo que eso ocurrirá cuando me vaya a casa. Cuando esa palabra, "casa", vuelva a relacionarla con España. Cuando ya no implique que tú estés, aunque el significado que mantenga ese término para mí sea el contrario.
Siento que estoy hablando garabatos. ¿Qué me pasa?
Creo que todo es porque mi mente no comienza a entender el motivo de esta carta. Es decir, sí. Es una carta de despedida. Pero es difícil imaginar que de verdad me voy a ir y tú vas a tener esta carta en la mano. Quizá es por eso que me estoy yendo tanto por las ramas.
¿Cómo pude sobrevivir dieciséis años sin conocerte? Parece mentira, parece que siempre nos hemos conocido.
Te encontré como quien encuentra una aguja en un pajar y nos llevamos bien por aún más complejas coincidencias. Ya sabes, dicen que nuestra personalidad se forma gracias a todo lo que hemos vivido. Y, por alguna razón, lo que ambos hemos vivido independientemente ha formado unas dos personalidades compatibles.
Ahora bien. ¿Qué hacemos con esta información? ¿La dejo reposar y continuo escribiendo mañana?
No, mejor no. Quiero escribir esto de forma continua, para que veas que lo que estoy diciendo no es un guión vacío o frases pensadas. Es algo real, algo que pienso de ti.
