Mi cumpleaños se acercaba con rapidez. Una fiesta se haría en mi honor, aunque no era como si yo de verdad quisiese eso.
Aún más cuando mi nana me había puesto tantos vestidos diferentes mientras me hacía repetir cada palabra que salía de su boca.
- Muchas gracias
Fruncí el ceño.
- Muchas gracias—repetí perfectamente mientras daba una reverencia
Nana Sophia dio un grito lleno de emoción mientras me abrazaba con fuerza.
Después de largos meses sin ver a Hera ni conocer a mi medio hermano, mi cumpleaños se acercaba. El Emperador me había enseñado bastante acerca de algunos asuntos.
- Sophia—ambas volteamos a ver al dueño de aquella voz—La princesa no debe de decir "muchas gracias"
Mi padre suspiró con cansancio. Nana Sophia se inclinó en presencia de mi padre mientras su rostro se volvía demasiado serio.
- Me disculpo, su majestad, el Emperador—murmuró mi nana
- La princesa debe decir "Jim agradece por el regalo"—dijo mi padre
- Como ordene, su alteza—habló nana
- Jim, ¿Cómo estás?—pregunto mi padre
- Jim esta muy bien, padre—respondí con una sonrisa
Cuando mostré que podía hablar de manera perfectamente, mi padre se había mostrado satisfecho conmigo y comenzó a enseñarme a hablar de manera educada y correcta.
Pero también dejó de llamarme "Thania" y en su lugar me llamaba Jim. Jugué a la ignorante y todos comenzaron a pensar que creía que mi nombre era "Jim".
Ah, si sólo supieran.
Por supuesto que se que los Emperadores se llaman a su mismos "Jim". Si Hera escuchaba que yo era llamada Jim y no solo eso, sino que yo misma me llamaba así, no dudaba que ella quisiera ir tras mi. Aunque, por alguna razón, no había sabido nada de ella en casi un año.
- Lady Sophia—alguien más había llamado desde la puerta
¿Olvidé mencionar que estábamos en la habitación de mi nana? Desde que ella se volvió mi nana, se había mudado a la zona sur del palacio.
Tenía su propia habitación y unas damas de compañía, que poco a poco parecían estar dudando menos de que mi nana fuese la concubina de mi padre.
Aún así, la condesa Sophia tenía casi los beneficios que recibía una concubina... o al menos era lo que decían sus damas.
Así que todo se encontraba "dividido en dos". La facción de la Emperatriz y la facción de la condesa Sophia, la concubina favorita del Emperador.
- Adelante—dijo mi nana
Las damas de compañía de mi nana se inclinaron ante mi padre, quien les observaba con frialdad.
- Lady Sophia, el conde Haverhill desea reunirse con usted cuando su reunión termine—habló una de ellas
- Iré después de escoger un vestido para la princesa—habló mi nana
- Sophia, puedes ir con tu hermano—habló mi padre para tomarme en sus brazos—hoy pasaré el tiempo con Jim, así que puedes tener la tarde libre. Regresa a mi habitación más tarde.

BINABASA MO ANG
Reencarné como la hermana de un idiota
FanfictionSiempre había leído historias de reencarnación. Y tengo una imaginación bastante loca con respecto a las historias que leo. Sobre todo cuando me siento frustrada de un personaje, tengo ganas de entrar a un libro y golpearlo yo misma. Mi novela favor...