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Al salir de mi habitación me encontré con Doyoung cocinando algo que por el olor de la comida sabía que eran panqueques.

Estaba somnolienta y frotaba mi ojo derecho con el torso de mis manos mientras llegaba a la nevera para tomar agua.

── ¿Cómo dormiste? ── me preguntó el otro con una gran sonrisa como ya era costumbre en él.

── Bien, tu canto parece una pastilla para dormir. Cantas muy bonito ── dije mientras terminaba de servir el agua fría en mi vaso de plástico la mujer maravilla que me dieron en el cine porque si usaba de vidrio seguro los terminaría rompiendo por despiste.

── Gracias... Ve a cepillarte, tu aliento es huele feo ── dijo sin pena arrugando su nariz y yo con relajo me fui al baño a hacer lo que dijo.

¿Me dio vergüenza? Si y mucha, pero todos somos personas, que la boca al despertar nos huela peor que un zoológico es normal.

Al salir volví a tomar agua mientras veía a Doyoung servir los panqueques que preparó que se veían increíbles.

── ¿Ya te cepillaste? ── preguntó con una ceja alzada mientras terminaba de acomodar la pequeña barra en la que comía.

── Sí... ¿Cómo agarras tanta confianza si llevamos a penas tres días juntos?

── Yo conozco mucho de ti.

── Eso da miedo.

── Sí, lo sé, pero no es que te estaba espiando. Es que el papel con tu información ya me dice mucho.

── Esto no es justo ── susurré con un pequeño puchero dando a relucir mis hermosos y recientes veintitrés años de pura madurez.

── ¿Qué no es justo? ── inquirió ladeando su cabeza.

── ¡Tú tienes mi información en un papel y yo a penas sé tu nombre, que cocinas bien y cantas espectacular! ── exclamé histérica.

── Si te hace sentir mejor, en el papel no decía que eras temperamental ── dijo con una pequeña sonrisa.

── No soy temperamental... Esto sabe increíble, gracias ── refunfuñé hasta la última palabra mientras me llevaba otro pedazo del panqueque a la boca.

── De nada... Si quieres te puedo hacer un papel con mi información, para estar parejos ── propuso con las mejillas llenas de comida.

── Sí, por favor.

Luego me fui rápidamente al hospital encontrándome con Yoonoh sacando a Han Lyun de su habitación. Ella es una chica que ha estado en el hospital varias veces y por razones graves, digamos que su salud desde su nacimiento no ha sido la mejor. Ahora la van a operar por una infección grave en sus dos riñones.

A pesar de todo es la persona más carismática y linda que he conocido, a demás de su actitud positiva ante todo, ni siquiera yo que no he pasado ni una vez por el quirófano tengo una actitud tan buena como la suya.

Pasé a su lado y los saludé con una sonrisa para luego dirigirme al departamento de pediatría.

El día pasó sumamente tranquilo a pesar de que mi turno se extendió media hora por un pequeño niño que se cortó la pierna por jugar en un parque un poco viejo y le cocieron cuatro puntos en su barbilla.

Al llegar al departamento solo quería bañarme y dormirme para disfrutar de una buena cantidad de horas de sueño que no tenía muchas veces... Pero al abrir la puerta me acordé de que ya no vivía sola.

Doyoung estaba sentado en el piso con las piernas cruzadas, mientras escribía algo en un papel que estaba sobre la mesa de centro en la sala de estar. Estaba sumamente concentrado en lo que fuera que estuviera haciendo así que cerré la puerta con seguro y me dirigí hacía la cocina.

── ¡Junji! ── me llamó Doyoung desde la sala y yo salí con un poco de flojera.

── ¿Qué pasó?

── Ten ── me ofreció el papel en el que estaba escribiendo con anterioridad y yo lo agarré un poco extrañada.

── ¿Qué es esto?

── ¿No te recuerdas? ── negué con la cabeza ── es la lista de cosas sobre mi persona para que estemos parejos.

── Ah ya, ya recordé. Gracias.

── No hay de que. Léela.

Me senté en uno de los sofás de la sala y me dispuse a leer cada uno de los puntos que estaban en esa lista.

── ¿Cómo qué eres un año mayor que yo? ¡Pareces salido de la adolescencia! Yo me veo más vieja que tú.

── Claro que no, solo tienes grandes ojeras ── dijo con una sonrisa encantadora y yo me avergosé de mi poco cuidado facial.

── ¿Te puedo llamar hyung? ── le pregunté mientras dirigía mi mirada hacia su persona y el ladeaba la cabeza ──. Lo que sucede es que yo me crié entre hombres y me acostumbré a llamar a mis hermanos mayores hyung, por lo que decir oppa no me hace sentir muy cómoda.

── Oh, está bien, no te preocupes por eso.

── ¡¿Cómo qué tienes un título universitario en ingeniería química?! ¿Cómo así?

── Sí, allá también se estudia. Es como este mundo, pero al final terminamos siendo deseos.

── Wow ¿No hay personas que al final no se vayan de ese supuesto mundo del cual supuestamente tú viniste y tú supuestamente no me vas a asesinar mientras duermo porque supuestamente no eres un delincuente?

── Pensé que ya habíamos avanzado.

── Y lo estamos haciendo, solo que a pasos de un perro chihuahua con severos problemas de motricidad.

── Algo es algo... Y respondiendo a tu pregunta, sí, hay personas que al final terminan falleciendo allá sin poder cumplir ningún deseo.

Regalo De Cumpleaños - Kim DoyoungWhere stories live. Discover now