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Al despertar me di cuenta de que faltaban varios minutos antes de que sonara mi alarma. Me fui al baño, me duché rápidamente al igual que salí de ahí de la misma manera y de un momento a otro ya estaba lista para salir del departamento. 

Vi a Doyoung salir de la habitación mientras yo agarraba las llaves del apartamento para no llegar tarde a mi trabajo.

── ¿Ya desayunaste? ── me preguntó a lo cual yo asentí y por fin me fui de ahí.

Me fui corriendo a la estación de metro que estaba cerca del edificio y me puse a esperar de manera impaciente la llegada del medio de transporte.

Cuando llegué a mi destino me recibió Kyun, una compañera de trabajo.

── ¿Qué tenemos para hoy? ── le pregunté.

── Todo fácil, una apendicectomía de bajo riesgo a un chico de doce años, un parto a las dos a una señora de treinta años y luego atender a los niños en el departamento de pediatría desde las cuatro hasta las ocho.

── Fácil ¿Cuándo es la cirugía de Han Lyun?

── El miércoles a las dos de la tarde.

── Al final ¿Quién fue el donante?

── Su primo, por suerte fue la única persona de su familia compatible.

── Me alegro mucho de eso. No soportaría verla fallecer.

── Son cosas que tienes que afrontar, son cosas del trabajo.

── Por desgracia sí.

Luego nos fuimos a la sala de operación la cual tocaba nuestra cirugía. Estaba un poco nerviosa, no terminaba de acostumbrarme a mi trabajo a pesar de haber estado un año en él.

Entramos rápidamente al lugar luego de que entrara la camilla con el paciente. Las luces eran sumamente brillante, el ambiente era sumamente limpio, la confianza de todos era alta y la mía estaba en duda.

Salimos luego de una hora, salió genial la operación y eso me alivió mucho.

Luego estaba hablando con Kyun y de repente sentí que alguien me tocaba el hombro, al voltear me encontré con el doctor Jung Yoon Oh del departamento de pediatría.

── Hola, Junji ── me saludó con una sonrisa y su rostro radiante. Se notaba que él si dormía sus ocho horas al día.

── Hola ¿Qué necesita?

── Solo quería saber si querías almorzar conmigo ── me propuso amablemente y yo me sentía halagada.

── Está bien ¿En dónde?

── Hay un restaurante cerca de aquí.

── Oh, está bien. Nos vemos más tarde.

── Sí, nos vemos más tarde ── dijo tímidamente y se fue a otra parte.

── ¿Por qué se notaba tan tímido? ── le pregunté extrañada a Kyun.

── Que bueno que no estudiaste psicología, porque no entiendes nada de la mente.

── Sabes que con que me digas no me ayudas en nada, sigo sin entender.

── Probablemente le llamas la atención de manera amorosa ¿Ya entiendes?

── Ah, pero ¿Por qué? ¿Qué me ve? ¿Mi poco sentido de la orientación? ¿La cara de loca que suelo poner?

── Eso solo lo sabe él. A demás son solo suposiciones.

── Pues es mejor que no sean ciertas, al menos no ahora. Ya tengo un problema del cual hacerme cargo.

"Aunque es un problema muy lindo" pensé en un momento fugaz.

Al terminar el turno de la mañana Yoon Oh llegó a dónde estaba para que fuéramos al restaurante y yo sin nada más que hacer lo seguí.

Cuando llegamos no sentamos en una de las mesas que estaban cerca de la ventana. Me puse a ver esta mientras llegaba un camarero a entregarnos el menú.

Al terminar de pedir el camarero se fue y Yoon Oh me dirigió la palabra con su linda sonrisa y hoyuelos que acompañaban esta.

── ¿Cómo te ha ido en el hospital? ── me preguntó calmadamente mientras me dirigía su linda mirada.

── Muy bien, la verdad el ambiente  es muy agradable y las personas también ── le dije mientras empezaba a ver por la ventana a las personas y autos que se movían de un lado a otro con destinos los cuales nunca sabría.

── Me alegro, espero que te siga yendo así.

Y seguimos hablando un rato hasta que llegó la comida, Al terminar de comer nos fuimos otra vez hacia el hospital.

Al terminar de trabajar me fui otra vez a mi departamento en el cual me encontré con Doyoung durmiendo en el mueble y la sala sorprendentemente impecable. Yo limpio el departamento de milagro.

── La comida está en el microondas ── escuché decir a Doyoung y salté de miedo y sorpresa.

── Oh, perdón por despertarte... Y gracias por limpiar.

── No hay de qué, no puedo ser un estorbo tan grande en este departamento. Y solo estaba descansando los ojos.

“Tiene iniciativa, que lindo” pensé mientras veía que volvía a cerrar los ojos.

Al ver en el microondas había bibimbap que por desgracia para Corea ya estaba frío y lo tuve que volver a calentar en el microondas aunque no supiera igual.

── Te quedó muy bien ── dije mientras me sentaba en el otro sofá para ver televisión.

── Gracias, te dije que era un gran cocinero.

── Ahora lo sé ── dije con una sonrisa.

Y pasé otra noche más con todos los cuchillos en mi cuarto y Doyoung cantando en la puerta de mi habitación. Pasaron a penas dos días y ya me había acostumbrado un poco a Doyoung.

Regalo De Cumpleaños - Kim DoyoungWhere stories live. Discover now