Capítulo 4 - 2 am

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🔊2 am - Mark Ronson ft Lykke Li🔊

Alejándonos del Palacio, caminamos un poco más entre de los árboles. El viento empezaba a ser más fresco por lo que automáticamente me froté los brazos a pesar de tener la manga larga que me cubría.

—Toma. No quiero que te resfríes por mi culpa —me tendió su chaqueta y sonrió.

—No es nada, no te preocupes. Fue una ráfaga de viento, estoy bien. Igual, gracias...

—¿Segura? —me miró inseguro y yo asentí tímida.

Se la rechacé... Lo rechacé.

Caminos un poco más hasta llegar a una zona de césped recién podado que lo rodeaban los árboles grandes y altos sin dejar ver las calles de la ciudad. Peter detuvo el paso y cayó recostándose sobre su espalda y poniendo sus brazos detrás de su cabeza dejando ver un tatuaje en su bícep. Me miró desde abajo.

Puedo decir que desde mi perspectiva tenía una pinta del típico macho bueno. El pelo se le había alborotado un poco por el aire y la posición en la que estaba forzaba a sus músculos, su mirada se perdía en el cielo para después mirarme. Verlo mirarme así, me activó algo en el pecho, pasando por el estómago y terminando en mi entrepierna.

Lo imité lanzando mi bolso y mis zapatos a un lado para recostarme hasta que nuestros cuerpos rosaran. A diferencia de que coloqué mis brazos a los extremos.

—Debería existir el término "salir a tomar la luna" —dijo con voz ronca y me giré para verlo confundida.

—¿De qué hablás?

—Claro, así como existe salir a tomar el sol, ¿por qué no salir a tomar la luna? —suspiró— Mirar el cielo de noche y apreciar la luna y las estrellas es uno de los mejores placeres de la vida. Después de las tres ces.

—¿Las qué? —reí sin apartar mi mirada del cielo

—Coger, cagar y comer.

Solté una carcajada.

—No puedo creer lo decente que sos... —lo jodí.

—Venga, no me vas negar que esas tres cosas no son por lo que uno quiere vivir.

—No lo voy a negar pero tampoco te lo voy a admitir.

—Me parece que te falta más libertad de expresión. No te sientas juzgada o criticada por decir qué te da placer. ¿O a caso no le decías a Don machista cuando no te lo hacia bien y que por eso no llegabas al orgasmo?

No dije nada, me limité a poner los ojos en blanco. Este ser solo pensaba en sexo. Sentí cómo giraba su cabeza y me miraba fijamente.

—¿Tan mal era en la cama? Ya veo porqué terminaron, también fue uno de los factores, ¿no?

—Basta, Juan Pedro. No voy a hablarte de mi vida sexual.

—Uy, perdona princesa —me jodió.

Moví mi pierna para darle un pequeño golpe en la suya pero no logré pegarle con mucha fuerza por la posición en la que estaba y se burló de mí.

Después hubo un silencio.

—Le encantaba hacerlo con calcetines y ponerse aceite de bebé en el cuerpo —solté de repente.

Peter no dijo nada, así que seguí;

—No le gustaba que le tocara las piernas y la espalda porque le daba cosquillas. El aceite decía que era porque le gustaba que se viera con el cuerpo brilloso. La primera vez pensé que lo usaría de lubricante y me espanté —Peter soltó una carcajada divina pero no dijo nada—. Le gustaba que le hablara al oído y que le tocara el pelo mientras yo estaba abajo...

12hrs Para EnamorarseWhere stories live. Discover now