Siempre contigo (Sherlock Holmes y Tú)

Visita

Pasó un mes.

Los casos cada vez eran más complicados sobretodo el caso Westminster.
No era capaz de encontrar ninguna conexión lógica de aquel asesinato, todo se me acumulaba en los casos desde que (T/N)______ aparecía en mi palacio mental.
-Sherlock- dijo John -usa tu palacio mental, te resultará más fácil-
-No puedo John- dije suspirando.
-¿Cómo que no puedes?- dijo John sorprendido -siempre lo usas ¿Por qué ahora no?-
-Porque ahora me hace daño utilizarlo- suspiré evitando llorar.

John me hizo sentarme en mi butaca y él se sentó en la suya.
-Explícame porque no lo usas- dijo él.
-Porque cada vez que lo hago- sollocé -(T/N)_______ aparece en él-
-Eso es porque es una cosa muy importante para ti Sherlock- dijo John consolándome.
-Quiero borrar su recuerdo John- dije mirándole con lágrimas brotando de mis ojos.
-Eso no podrá ser Sherlock- dijo John -sobre todo porque tu hija es igual que ella-

Comencé a llorar pero gracias John logré animarme un poco y conseguí volver a centrarme en el caso.
Gracias a aquel gesto de John pude ver que el caso St. Paul y el caso Westminster estaban relacionados, ya que ambos hombres trabajaban para la misma persona.
Llamé a Lestrade y le pedí que fuese a interrogar al señor Bennett a su oficina dado que yo tenía que ir a buscar a los niños a la guardería.

Llegué a la guardería, mi hija estaba jugando con un osito de peluche y mis pequeños estaban jugando en la parte de atrás al fútbol.
-Hola mi pequeña princesa- dije tomándola entre mis brazos mientras sonreía -¿Vamos a por tus hermanitos?
La pequeña sonrió y me abrazó antes de que saliésemos.
-¡Sherlock, Hamish!- dijo la cuidadora -¡Vuestro papá ya ha llegado!-
-¡Papá!- gritaron ellos corriendo hacia mí para darme un gran abrazo -¿podemos pedirte una cosa?-
-Claro amores- dije colocando bien el abrigo de la pequeña.
-Queremos ir a ver a mamá para darle una cosa que le hicimos hoy- dijo Hamish.
-Está bien- dije sonriendo -iremos ahora antes de ir a comer-
-¡Bien!- gritaron ellos.

Cuando aparqué el coche en el cementerio suspiré, abrí la puerta de los niños y agarré a la pequeña.
Los pequeños corrieron a la lápida con sus mochilas y yo les seguí a paso lento puesto que no quería que me viesen llorar.
Cuando llegué ellos estaban poniendo unos dibujos en la lápida y un ramo de flores de cartón.
-Hola mami- dijo El pequeño Hamish sentándose en el suelo con su hermano.
-Te hemos traído esto- dijo Sherlock -lo hicimos hoy en la guardería-
-Esperamos que te guste como solían gustarte las cosas que hacíamos- dijo Sherlock abrazándose a Hamish y Hamish a él.
-Mira Papá también ha venido- dijo Hamish sonriendo -te extraña mucho y siempre llora, aunque cree que no lo sabemos-

Aquello me sorprendió y me senté detrás de ellos con la pequeña la cual jugaba con mis rizos.
-Papá dile algo a mamá- dijo el pequeño Sherlock.
-¿Qué le digo?- sonreí levemente.
-Lo que sea- dijo Hamish -ella te escucha desde donde quiera que esté, la abuela nos lo dijo-
-Está bien- sonreí.

Tomé aire y suspiré abrazando a mis tres hijos antes de comenzar a hablar.
-Hola mi amor- dije suspirando -siento no haber venido antes pero no quería deprimirme. Es duro cuidar de estos tres pequeños sin ti pero estoy acostumbrándome poco a poco. Mira, esta es nuestra pequeña (T/N)_____ es igual que tú, llena de alegría y siempre sonriendo. Estos dos detectives me ayudan mucho cuidándola y son muy buenos en la guardería. Tenemos que irnos ya porque tenemos que comer pero te prometo que volveremos pronto-

Fuimos a casa los cuatro juntos, me había sentado bien ver como mis hijos extrañaban a su mamá tanto como yo y averiguar que eran más listos de lo que yo creía.