.9.

1.3K 115 198
                                    

Narrado por Luna Morales

- ¡Hola mama, hola papa!

Murmure cuando nos acercamos con Lola. Teníamos un fin de semana familiar y lo que menos quería era venir aquí y escuchar cosas sobre Marcos.

- ¿Cómo les fue en el viaje? – pregunte con curiosidad.

- Bastante bien, ya sabes – movió sus hombros papa – ver animales, estudiarlos nuevamente...

- Me hubiese encantado acompañarlos. – abrace por la cintura a mi papa y ambos caminamos hacia la gran casa de mis abuelos.

- Ya tendrás oportunidad. – beso mi coronilla.

Mis padres eran veterinarios, aunque mi madre termino por querer ser bióloga marina luego. Desde pequeñas, con mi hermana, estuvimos rodeadas de todas las especies del mundo y habíamos viajado tanto que había perdido la cuenta. Ser veterinaria era lo que me había conectado conmigo, era lo que siempre quise ser y me sentía orgullosa de seguir los pasos de ambos.

- ¡Abuelo! – me incline a abrazarlo con fuerza.

- ¡Lunita! – beso mi mejilla en ese abrazo - ¿Cómo ha estado?

Tomé de sus manos y sonreí.

- Muy bien. – confesé.

- ¿y Marcos? – frunció el ceño.

- Abuelo... – lola interfería en aquella conversación – Luna y Marcos ya no se encuentran juntos.

- ¡Ay, pero que pena! – hablo con algo de tristeza – era un gran muchacho.

- ¡Marcos era un patán! – lola hablo con gran enojo.

- Lola. – murmure entre dientes.

Ella solo suspiro con molestia y la vi ingresar a la casa dejándome con mi abuelo en aquel gran jardín.

- Lamento eso. – murmure apenada.

Mi abuelo solo me observo desde su lugar, se encontraba en silla de ruedas producto de un choque en auto que tuvo hace algunos años atrás.

- No debes disculparte, Luna... – susurro, tomo mi mano y la acaricio – ya vendrá alguien más a tu vida.

- Supongo. – moví mis hombros como si nada – Ahora lo único que me queda es soportar a todos en esa casa culpándome por esta situación.

- No es su culpa, las relaciones son así.

Asentí levemente.

- ¿lo extrañas? – pregunto con curiosidad.

Por un momento dude, dude tanto que no sabía que responder. Me encontraba tan confundida.

- ¡Luna, abuelo!

Lola gritaba desde la puerta. lleve mi atención hacia ella con rapidez.

- Ya se encuentra el almuerzo.

Volví mi vista al abuelo y sonreí levemente. Tome de su silla y lo lleve hacia el interior de aquella casa. Se encontraban todos, la familia de Laura y la nuestra. Habíamos crecido todos juntos, pasábamos cumpleaños y fechas importantes juntos. Éramos una gran familia.

Salude a todos con la mano, no tenía ánimos de pasar por cada uno y que me preguntara por mi ex. Tome asiento frente a Martin, este se encontraba comiendo algo de pan.

- ¿Cómo está? – pregunto mientras comía.

- Bien – asentí – y espero seguir así porque no quiero

Amor clasificado - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora