Charla V

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—Bien, ¿estás listo?

—Supongo que sí...

—Bueno... Hagámoslo. —la diosa alzó ambas manos de forma lenta, como si estuviera dirigiendo una orquesta, era tan delicada, tan hermosa...

El tallo pequeño de una amapola estaba empezando a florecer al ritmo del movimiento de sus manos, yo solo veía maravillado cómo esta crecía, sentí que el brillo de mi pupila incrementó y como mis pómulos ardían de alegría.

—Listo... Ese es el florecimiento de una amapola roja. —juntó sus manos y me observó, estaba echado boca abajo en el pasto mientras apoyaba mi cráneo encima de mis brazos.

—¡Ahora una margarita! —alcé la mitad de mi cuerpo, parecía un niño pequeño, pero no podía evitarlo.

—Jeje, ¿no crees que fueron muchas plantas por hoy? Estamos rodeados de flores y flora comestible, incluso hay hongos de todo tipo. —sonrió enternecida, me gustaba verla sonreír, y mucho.

Su sonrisa era como un conjunto de las perlas más hermosas del multiverso, tan únicas y brillantes...

—Oh... Bueno... Tienes razón... —fingí algo se tristeza, algo que me gustaba aparte de su sonrisa era ver las plantas brotar.

—Mnh... —le dolió ver ese cambio de expresiones, lo sabía —Bueno... Sólo una margarita. Nada más. —se volvió a acomodar a mi lado y buscó con la mirada un espacio para hacer florecer la margarita.

Yo solo me acomodé para verla y esperar a que realizara su magia.

Veía con emoción como esa margarita florecía, sin prestar atención al depredador que estaba por llegar...

Un portal se abrió detrás de Toriel y de mí, una esquelética mano salió de este y le siguió el cuerpo de R... Reaper...

—Bro... Tranquilo...

Ugh, perdón...

Se le veía en un estado deplorable, su túnica estaba mucho más rasgada y sus huesos estaban rasguñados, algunos tenían pequeñas grietas.

Vida fue la segunda en voltear al sentir su presencia.

—¡Sans! —se puso de pie y se detuvo al estar frente a Reaper —¡¿Dónde estabas?! ¡Me tenías muy preocupada! ¿Por qué te fuiste sin tu guadaña?

La muerte no respondía, al ya estar fuera del portal, movió su mano un poco y este se cerró. Yo solo tomé la guadaña en un auto reflejo.

—¿Irme sin mi guadaña? —se quedó en silencio por un momento —¡¿Irme sin mi guadaña?! —apartó a Toriel y se acercó a mí.

Me puse de pie y apunté a Reaper con su arma, la decisión más estúpida de mi puta vida.

La parca tomó la hoja de metal de la guadaña y la jaló hacía él, tomándome de la bufanda y tirándome hacía el piso.

—¡Oye! ¡¿Qué te sucede, Sans?! —Vida se mantenía alejada de nosotros por temor a la muerte, en ambos sentidos.

—¡Nunca debí de traerte aquí! ¡Nunca! ¡Asquerosa anomalía! —después de que dijera ello, me empezó a clavar la guadaña repetidas veces...

—¿Necesitas un abrazo?

Aunque lo necesitara, te daría un golpe si me llegas a tocar... Bueno... Sigo...

—¡Sans! ¡Basta! —Toriel tomó por el hombro a ese malnacido y lo apartó de mi, estuvo apunto de rozar contra el arma mortal.

—¡Me robó mi arma y me dejó atrapado en su asqueroso mundo todo este tiempo! —sostenía su guadaña con firmeza, como si quisiera m... Matar a Toriel.

Deranged Mind [Error]Where stories live. Discover now