Loverboy. (LangaxReki)

8

Langa estaba demasiado nervioso, no podía creer que lo había logrado. Había logrado que Reki estuviera ahí, entrando al restaurante, aunque sin tener idea de lo que pasaría ahora.

El día en el que todos se juntaron, y planearon hasta no poder más, en resumen, cada uno se asignó un puesto en esa misión.

El maravilloso plan constaba de:

Langa, debía ignorar a Reki aún después de la comida que le hizo para que llamara su atención. Miya había sido muy claro con el hecho de que le dijo que no quería que se siguiera viendo miserable por el pelirrojo, así que hizo su mayor esfuerzo para poder ignorarlo y seguir con su vida aparentemente normal.

Miya iría por Reki, no sin antes, Langa le diera una nota avisándole de su llegada. Ya que como había mencionado, no dejó que éste fuera porque sabía que no tendría la suficiente fuerza de voluntad ni el valor para poder llevarlo hasta ahí, así que eso hizo.

Kaoru estaría con Kojiro en el restaurante ayudando a acomodar las cosas (Kaoru simplemente le ordenaba al peliverde, ya que se la pasaba diciéndole que era un idiota y que no podría hacer nada bien además de cocinar), en resumen, Kojiro cocinó, y Kaoru le dijo cómo acomodar todo para que fuera un ambiente cómodo para Reki y Langa, aunque al final, siguieron peleando y quedó más al estilo romántico del peliverde.

Hiromi por su parte, había llenado de flores el restaurante, al trabajar en un lugar que se dedica a ello, no tuvo problema alguno. Algo curioso, es que las flores que estaban ahí solo eran de dos colores diferentes, rojo y azul. 

Al final de todo eso, todos se alegraron de su trabajo, y Langa estaba feliz de que todo lo habían hecho por ayudarle, en verdad que tenía buenos amigos. Sabía que estaban preocupados por Reki al igual que él y tenía claro que el ayudarle era una forma de expresar ello.

Volviendo a Reki, mantenía la mueca en su rostro. El restaurante estaba oscuro, no sabía como Kojiro había podido siquiera estar ahí dentro. 

Apenas entró, algunas luces se encendieron, no alumbraban mucho, pero si lo suficiente para que Reki pudiera ver en una de las mesas, el como estaba arreglada. Pétalos de flores en asientos, vasos y platos listos para usarse. Su rostro se puso rojo, agradeció internamente porque no había luz por completo, pero estaba nervioso hasta más no poder.

En ese momento, vió como alguien se sentaba, estaba con ropa un tanto formal, quedó asombrado por la vista que tenía.

Era Langa. 

Reki aún sin saber cómo, enrojeció aún más, y todo empeoró cuando escuchó el intento de Kojiro al no reírse. El peliverde se acercó a él, y con delicadeza, empujó a Reki, dándole a entender que debía avanzar.