El Heredero Del Vampiro

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 57

Caín

—¿Seguro qué Leo estará bien? — Pregunta la princesa heredera mientras ambos entrábamos al palacio —.Creo qué no debimos de haberlo dejado solo.

—Estará bien...— Respondí —.Necesitamos darle su espacio, no podemos estar detrás de él todo el tiempo Samantha.

—Creo qué tienes razón, pero aún así no me dejó de sentir intranquila.

—Pues te aconsejo qué te controles, Leo estará perfectamente bien ya lo verás.

Ella y yo atravesamos todo el pasillo, llegamos a las grandes escaleras del palacio, las subimos, una vez en la planta alta nos dirigimos hacia nuestras habitaciones. Deje a Samantha en su cuarto y después camine hacia el mío el cual estaba a unas dos puertas del de Samantha, llegué a la puerta, la abrí y entre a mí habitación.

—Hola — Veo a Draco sentado en la cama —.¿Cómo está él?

Mierda lo único qué me faltaba.

—Bien, estará bien — Le respondo.

—Me alegro — Se pone de pié —.¿Podemos hablar?

—¿De qué quieres hablar? — Cruce mis brazos viéndolo.

—Quiero saber sí te pasa algo malo.

—¿Algo malo?, no, estoy bien, ¿Por qué me tendría qué pasar algo malo?

—Bueno, últimamente has tenido un comportamiento bastante extraño en ti, Caín, estás callado y estás solo la mayoría del tiempo — Dice él y se coloca enfrente mío —.Tú no eres así, no eres la persona qué estuvo conmigo todos esos años en Quebec, por favor, necesito saber sí te está pasando algo para así poderte ayudar amigo.

—Draco, no me pasa nada.

—No te creo, me estás diciendo mentiras te conozco mejor qué nadie aquí y sé cuando mientes.

—No tendría razón alguna para mentirte, te estoy diciendo la verdad no me pasa nada malo.

—Todos estamos preocupados por ti.

—Pues no se preocupe, de verdad estoy muy bien.

—No.

—Draco necesitó dormir, estoy cansando.

—Los vampiros no nos cansamos.

—Pues yo sí — Contesté —.Quiero dormir.

—Caín, por fav...

—He dicho qué quiero dormir, así qué por favor te suplico qué salgas — Interrumpí algo molestó —.Por favor, vete.

Tras mis palabras asintió, camino hacia mí puerta y la abrió.

—A ti te pasa algo — Me dice —.Y voy a descubrir qué es lo qué te pasa.

Él sale de la habitación cerrando la puerta.

—Mierda — Suspiró —.Mil veces mierda.

¿Cómo voy a seguir con esto?, ahora está maldita presión en el pecho regresó y honestamente me está volviendo loco, creo qué en cualquier momento perderé la cabeza.