Capítulo 15: Rescate.

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Lan Wangji observa el día soleado y claro y solo puede pensar que su amado lo ha llamado en sus sueños, que no puede respirar. Es como tener una piedra helada en el pecho que duele hasta impedirle respirar. De pronto la mariposas de chispas de energía se posa en su mano.

Los ojos del jade se abren con esperanza: -Wei Ying. –

Solo debe seguirla. La mariposa vuela, se eleva así que ambos jades montan sus espadas tras ella.

Wen Ning nunca se detuvo, nunca descansó, nunca durmió, nunca comió. Desde que salió a buscar a su maestro. Está en el interior del bosque cuando siente la vibración de la energía resentida y el movimiento. El conoce esa energía, su maestro lo llama. Él va.

En la cabaña el caos no puede ser peor. El Lan trata de proteger con su cuerpo a un Wei Ying agotado de toser. Un rayo azul ilumina el interior de la cabaña y acaba con todos los espíritus, fantasmas y cadáveres de su interior, afuera Lan XiChen enfrenta a muchos más y entonces aparece Wen Ning y colabora destrozando a montones de ellos.

En el interior de la cabaña Lan Wangji ha cortado la cadena de Wei Ying y se enfrenta a su captor, la lucha dura apenas unos minutos, el primo Lan no tenía ninguna posibilidad contra la destreza y la furia de Han Guang Jun. Bichen lo atraviesa sin piedad en el pecho, y el hombre cae hacia atrás, todavía apoyado en su codo para observar a Wei Ying que se ha parado tembloroso y débil junto al jade, y lo mira.

Lan Dishi, observa a Wei Ying con una suave sonrisa y le dice: - Déjame acariciarte una última vez...- Con una expresión de profundo odio Lan Wangji levanta a Bichen para volver a atravesarlo, pero Wei Ying detiene su brazo.

El Lan escupe sangre, sonríe, las lágrimas se derraman de sus ojos, mira a su primo y le dice: - Siempre lo has tenido todo, aun ahora tienes todo, lo tienes a él, pero no lo mereces, nunca lo mereciste. - Vuelve a mirar a Wei Ying: - Déjame tocarte por última vez... si me hubieras dado...- El hombre muere sin terminar su frase.

Las manos temblorosas de Wei Ying se agarran débilmente al brazo del jade. Lan Wangji lo abraza con ternura y siente que se afloja en sus brazos. Lo levanta en sus brazos para evitar que caiga. Lan XiChen y Wen Ning entran a la cabaña luego que todo estuviera despejado. Observan a Wei Ying en brazos del jade siendo abrazado y consolado con ternura.

Wei Ying esta tan débil y agotado que solo puede cerrar los ojos en sus brazos. El jade lo besa con ternura y alivio. Cuando entró en la cabaña y en un instante fugaz lo vio en terrible estado y encadenado, solo quiso destruir a Lan Dishi hasta que no quedara nada de él. Si Wei Ying no lo hubiera detenido, el jade hubiera seguido clavando su espada hasta que fuera irreconocible. Lan Zhan dejó caer a Bichen y se montó en ella para llegar más rápido a muelle de Loto, Wen Ning lo siguió, y Lan XiChen se quedó a arreglar el desastre de cuerpos diseminados en el lugar.

Una hora más tarde todos están en muelle de loto, Wei Ying aún está muy débil y enfermo, Wen Ning pone manos a la obra para curarlo, mientras Lan Zhan se queda junto a él, tomándole la mano y pasándole energía espiritual. Jiang Cheng llega corriendo, avisado que ya fue encontrado. Se arrodilla junto a la cama donde ve a su hermano pálido como un muerto, ojeroso y febril, respirando anormalmente rápido y superficial. Wen Ning está preparando los medicamentos y Lan Wangji le pasa energía.

Jiang Cheng hierve de odio ante el estado de su hermano, con voz baja y rabiosa pregunta: - ¿Dónde está el hijo de puta? -

Muerto. - Responde Lan Wangji.

Jiang Cheng susurra con odio: - No le den un entierro digno, quiero que su espíritu maldito no tenga descanso. –

No lo tendrá. - Responde Lan Wangji.

Ataque FerozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora