EL CICLO

10 1 0
                                    


Era una noche de jueves, yo estaba temblando, ¿en qué me había convertido? Límpiate las manos con el alcohol de la aguantera me decía elias, mientras llenaba de tierra un agujero profundo.

Antes de todo esto yo era una persona tranquila, mis días se basaban en desayunar, darle un beso a mi amor, trabajar, volver y pensar en el cansancio que manejaba hasta dormir.

Un día de tantos, tuve un pequeño accidente automovilístico, que no quería que mi esposo notara en el paragolpes, cuestión de orgullo que le dicen, maneje hasta un taller alejado del pueblo y proseguí a hablar con el sujeto que me mirara menos el escote. Me atendio, un hombre muy amable que sin duda notó mi situación, se ve que no era la primera que tenia uno de estos problemas.

Con sus manos llenas de grasa, me indico tiempo y dinero, fue consciso, casi no facilito el contacto visual. Diria que hasta me ofendi

Debia dejarlo, o ir al otro dia que era viernes, y dejarlo hasta el lunes. El plan era sencillo, asi que opte por el viernes, solo debía ir a tomar algo con una amiga y volver sin el auto, dando a entender que por mi estado de ebriedad no podía estar manejando.

Llegue a casa, y todo estaba muy ordenado, quizás bastian no había llegado, deje mis cosas en la mesa y procedi a acostarme un rato hasta la hora del plan, el cual obviamente me dormi, nose como pensé que podría haber funcionado luego de tocar la almohada. Me despertaron gritos , barullos, golpes contra los muebles (ay no pensé), mi querida pareja estaba haciendo un escandalo, como solia hacer, de lo que había sucedido. Poco le explique, poco me dejo explicar en realidad. Iba y venia, hablaba de la responsabilidad, de lo que debía haber hecho, criticaba mi forma de desenvolverme, incluso detalles sobre la falta que decía que tenía en lo cotidiano, en realidad no venia al caso, harta de el drama, todo caduco en irme automáticamente en ese momento a llevar el auto al taller , y dejarlo un dia antes, para que sepa que todo ya se estaba solucionando.

Iba manejando, pensando en esa vez que bastian se "equivoco" de cama, y estuvo con otra, te acordas de eso? Debi haber dicho. Pero no venia al caso, sinceramente creo que esa carta ya la había jugado este mes. Y los diez anteriores. No soy buena ocultando cosas, como se vio anteriormente, planeando soy espectacular, mis complicaciones se dan en la ejecución. Habia llegado al taller, estaban cerrando, baje corriendo y le pedí al sujeto amable que me había atendido la ultima vez , si me podía aceptar el auto esa noche. Giro los ojos con desgano, pero accedió, de todos modos lo entendí, entramos el auto, baje, y note que en realidad no había pensado el detalle de cómo volver, en teoría me acompañaría mi amiga, pero sali con un poco de miedo de casa, imagino que eso impidió mi racionalización.

Era de noche, y el pueblo en el que había aterrizado quedaba un poco lejos de casa, sin contar con que claramente no había remiserias, ni mucho menos taxi. El sujeto me observo, como esperando que me fuera, y note que sus ojos eran de un color gris bastante claro, como esos perros del sur. Le pedi por favor, un aventón, le explique mi situación, pero, no me dejo hablar mucho, envio un par de mensajes, y me direcciono a un auto que estaciono a los minutos adelante del taller.

EL CICLOWhere stories live. Discover now