Parte 4

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manejaba tantas restricciones que ya no sabia si podía llegar y comer unos chocolates sin que ella le comenzara a gritar, su plan era que una mjer no le grite, y saciarse de algo dulce antes de dormir.

Saco de su mochila un vino y me pregunto si me molestaba, le dije que no pero ni lo había mirado, ya que intentaba poner el gps de nuevo que por culpa de tocar un par de cosas ya lo había desconfigurado.

Tomó un poco y me ofrecio, no lo dude mucho, la verdad es que estaba muy cansada mentalmente, harta del estrés, de los aparatos tecnológicos con los que siempre me lleve mal, y además de todo, este sujeto que no dejaba de hablar de lo feliz que era, que envidia por el amor de dios.

Tomamos los dos vinos que traía en la mochila, estábamos en el costado de la ruta, pero de todos modos por la tierra no pasaba nadie.

Comenzo a caer una llovizna de esas de invierno, en las que pareciera caer frio. Me dijo que no le molestaba que volviéramos, ya que no me convenia volver sola, y por supuesto para su cita ya había pasado rato. Me sentí muy mal por el pero supe que tenia razón. Nos miramos un poco, supongo que para reconocer la ebriedad del otro.

Esa noche volvi a mi casa algo angustiada, cuando las parejas se separan algo muy dentro mio piensa en como se podría haber solucionado, sin la necesidad de haberse separado, creo que el vio todo de una manera muy extremista.

EL CICLOWhere stories live. Discover now