Capítulo 6.

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Artista de la imagen: nori20170709 (twitter)

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El terror lo estaba consumiendo, no sabía que debía hacer, no sabía qué clase de expresión estaba en su rostro ahora mismo, las ganas de llorar y gritar se hacían cada vez más presentes quería escapar de ese lugar ahora mismo.

Se maldecía por ser tan débil mentalmente cuando se encontraba en celo, estaba muy seguro que si la situación hubiera sido diferente habría podido encontrar otra solución o una forma de poder evitar la situación en la que se encontraba.

—Megumi. —una palmada frente a su rostro lo hizo reaccionar, bloqueó su teléfono como auto reflejo. — ¿Qué pasa? Parece que te quedaste en shock después de revisar el teléfono.

—Lo siento, no es nada. —guardó su teléfono en su bolsillo. —No me atendieron en el hospital por ser menor de edad, pasé a una farmacia y compré unos medicamentos.

—Puedo acompañarte para que te revisen. —no quiso insistir con el otro tema, después de todo el menor lo había cambiado, confiaba en que si era algo muy grave le diría con el paso del tiempo o buscaría ayuda.

—No, gracias. Espero en unos días encontrarme mejor, si no es así se lo haré saber.

—Sí, está bien. —se hizo a un lado con la intención de salir del cuarto, el omega abrió la puerta para que su profesor pudiera pasar. —Mantenme informado en todo momento.

—Sí, lamento preocuparlo... ¿si ve a Itadori pueda decirle que venga?

—Por supuesto. —el beta abandonó la habitación luego de eso. Su estómago aún le pedía comida, pero realmente no tenía gana alguna de comer. Cerró la puerta y buscó entre la ropa con la que dormía la prenda que más solía usar, dejándola cerca de él se tumbó en la cama nuevamente y escondió su rostro en su almohada.

Quería comenzar a dormir y no despertar más, tenía mucho miedo, no veía sus manos, pero estaba seguro de que estaban temblando, probablemente todo su cuerpo se encontraba en esa condición. No lograba encontrar una forma de resolver todo eso, no sabía qué hacer, pero la desesperación lo estaba consumiendo y la única respuesta que encontraba era buscar ayuda en el alfa, pero simplemente no quería hacerlo, era por él que estaba metido en todo ese problema.

Se estaba comiendo la cabeza intentando encontrar alguna respuesta, ¿había alguna forma de que los hechiceros no lo encontraran si escapaba? Lo más probable es que no, o por lo menos no estando solo. Mientras más tiempo permaneciera en ese lugar más riesgoso era, pero tampoco quería parecer un cobarde. Suspiró con frustración cuando en la puerta de su cuarto resonaron unos golpes, fue abierta sin recibir ningún tipo de respuesta.

—Fushiguro, el profesor Gojo me dijo que me estabas buscando.

—Cierra la puerta con llave. —dijo sin separar la cara de la almohada.

—Sí. —se volteó para hacer lo que le había pedido, colocó el seguro del picaporte y volvió a girar sobre sí mismo para ver a su amigo. — ¿Qué necesitas? —el omega tomó la prenda que tenía cerca y se la aventó en la cara a su mejor amigo, no pasó mucho tiempo para que se la quitara de la cara. —Es una interesante forma de pedir que aparezca. —habló el alfa sin alejar mucho la prenda de su rostro, olía completamente a las feromonas del omega.

—Vete al diablo. —fue lo único que alcanzó a salir de los labios del omega.

— ¿Y ahora por qué? —preguntó confundido.

—Me dejaste embarazado.

— ¿Qué? —preguntó alegre. — ¿En serio funcionó?

— ¿Por qué demonios estás tan alegre?

Hijo del Diablo [SukuFushi/Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora