Puedo contarte una historia.
Puedo contarte miles de ellas.
Puedo hacer que te sumerjas en amores inesperados.
En corazones entrelazados. En momentos y decisiones que cambian vidas.
Pequeñas Historias cortas de varios capítulos.
1. Charles Lecl...
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A Charles, Mariel le olía a lavanda. La flor del amor a primera vista.
A pesar de vivir en Mónaco, la florista y el piloto no se habían visto nunca.
Cada uno con su vida.
Cada uno con sus sueños.
Un encuentro inesperado y una petición, les lleva a ambos a caer en los brazos del otro, y escribir su propia historia de amor.
Porque, al final, el amor es la verdadera carrera que todos debemos ganar.
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La pequeña castaña de ojos verdes puso su mano en su mejilla y miró embelesada como su abuela esparcía los pétalos de rosa encima de la tarta. Ella jamás pensó que las flores se comieran, pero la abuela Mariel le explicó que si las mezclabas con azúcar y las glaseabas, tenían un sabor delicioso.
-¿Cuándo nos la podemos comer? -le preguntó la pequeña relamiéndose los labios, pensando en el banquete que se iba a dar.
-Cuando venga todo el mundo -le respondió su abuela con infinita paciencia- ¿no querrás que la tía Juliette, se enfade porque fuiste la primera en probar su tarta de cumpleaños?
-Jo, abuela, faltan mucho para que vengan -la pequeña protestó moviendo sus coletas de un lado a otro. Su boca se frunció en una disgustada mueca que murió en sus labios cuando su abuela le dio una rosa para mitigar su hambre.