Cartas a mi amor muerto

Carta 𝟮𝟯 𝙙𝙚 𝙎𝙚𝙥𝙩𝙞𝙚𝙢𝙗𝙧𝙚.

Querido James:

Posiblemente esta sea la carta más larga que te escriba. 23 de septiembre, es hoy. Hoy hace un año te me fuiste, me soltaste y te dejaste caer, no me dejaste acostarme a tu lado y acompañarte en este viaje. 

Todavía no puedo aceptar que hayas sido tu y no yo, nunca debiste anteponerte a mi. Mi vida no vale nada sin ti, porque mi vida eras tu. Avancé desde aquel día pero sigo sintiendo ese agujero en mi.

Por este día permitime sentirme triste, porque es de la única manera que me voy a poder sentir. 

Hoy fui al cementerio por la tarde. No quería cruzarme con nadie, y menos con tu familia, todavía no puedo verlos a la cara sin sentirme culpable. 

Como lo habrás visto deje mi collar junto a ti y me quede con el tuyo, en representación de haberme quedado con tu vida, porque si, porque esta tendría que haber sido la tuya, y en como vos te llevaste la mía contigo cuando te fuiste. 

Se me cruzó por la mente pero no lo hice, ya es mucha desilusión para ti como estoy ahora, no quería que te sintieras decepcionado al quitarme lo único que me dejaste, lo que alguna vez te perteneció y aunque no quieras, siempre te va a pertenecer. Te lo voy a repetir siempre porque ya es un hecho, mi vida es tuya. 

¿Sabes? Es curioso, esta es mi carta numero 23 y hoy es 23 de septiembre. Las cosas del destino ¿No? 

Por un momento pensé en enterrarlas en una cajita a tu lado, para que las tuvieras contigo pero no pude. Aun no puedo soltarte, aunque tu ya me hayas soltado. 

Quizás ya es hora de aceptar que fuimos pero que ya no somos y no volveremos a serlo. 

Sigo aferrada a los pocos recuerdos que me quedan de ti porque es lo único que el tiempo no me pudo robar aun. Pero se que tarde o temprano me lo va a quitar, y tengo miedo, temo olvidarme de ti, de tu cara, de tus pequeñas imperfecciones que te hacían perfecto. 

Mi abuelo me dijo que el verdadero amor duele, y mierda, como me dueles James.

-Por siempre tuya, Jen.