Inspiración

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El control de la magia siempre fue su mayor temor, bajo esa fría capa de indiferencia siempre estuvo escondida una aterrada niña que solo quería la aprobación de su familia. El miedo siempre estuvo allí, pero siempre que recuerda eso solo puede pensar en aquel día donde un tonto plebeyo sin magia le dió su primera aprobación y admiración. Suena tonto para cualquiera de la realeza, un simple plebeyo sin una sola gota de magia aprobando a la realeza, pero para ella era más que eso, sintió esas palabras tan profundo que las recibió no como si de cualquier persona fuera, lo hizo un miembro de su orden a quien ella subestimó, el mismo chico que sin nada de magia se enfrentó al peligro y la muerte muchas veces por proteger a todos, subestimar a ese plebeyo? No más, tampoco lo veía con un plebeyo, si no como su amigo y compañero.

Mientras Noelle golpeaba, esquivaba y volaba por aquel campo abierto donde solía entrenar con Undine su magia de agua, en su cabeza solo pensaba en una cosa. Hacerse más fuerte, no para mostrarle a sus hermanos cuanto podía mejorar, ni para ser la mejor caballero mágico, ella quería cumplir las expectativas de una única persona, y ese era aquel enano ruidoso. Quería estar a la altura, grandes magos habían alabado su fuerza y eso la llenaba de felicidad y motivación, incluso su hermano Nozel lo había hecho, pero en su mente a la persona que menos quería defraudar era a Asta, la persona que a diario le recordaba cuanto mejoró, que sigue luchando a su lado y siempre que chocaba contra un muro que no podía escalar, él estaba ahí y la ayudaba a seguir creciendo, tampoco podía faltar al compromiso que se hizo para si misma, derrotar a Megicula, el diablo que había maldecido a su madre, la causante de la muerte de Acier Silva, todos estos motivos eran suficientes para que la joven Noelle siguiera haciéndose más fuerte.

Noelle trataba de seguirle el ritmo a Undine, pero lleva horas entrenando y su cuerpo se está quedando sin maná, Undine preparó un entrenamiento donde Noelle debe golpear uno de los caballeros de agua para poder detener a los demás, suena sencillo pero no lo es cuando te atacan con flechas de agua cuando vuela, espadas y escudo en tierra, a Noelle no le queda casi maná, por lo que debe pensar rápido.

Mientras los clones de agua atacan a distancia, los otros se impulsan con fuerza hacia arriba para intentar atraparla, Noelle asciende rápidamente mientras ve como los clones de agua se acercan rápidamente, el cuerpo principal mira desde abajo dirigiendo el ataque.

Cerca de ese lugar un joven peli cenizo camina por los pasillos y ve a lo lejos a su compañera entrenando. El chico con un brillo inmenso en los ojos se acerca rápidamente y al llegar encuentra a Noelle en problemas, los clones casi la alcanzan mientras su rango de movimiento se ve limitado a subir o bajar por la cantidad de flechas de agua que pasan a su lado.

Noelle comienza a pensar lo más rápido que puede hasta que piensa, que haría Asta. Noelle tenía una cantidad de maná increíble, comparado con los caballeros mágicos promedio ella sobresalía con su magia al ser de la realeza, pero no le quedaba mucho maná para continuar y necesitaba golpear con todo al enemigo, controlaba su maná, podía usarlo al 100%, pero eso no era suficiente para superar la prueba de Undine, así que en ese momento Noelle decidió apostar todo a esta última jugada.

Undine ve desde abajo junto a Loropechika a Noelle, los clones la alcanzan y cuando están a punto de atraparla ella pierde la armadura de Valkiria, los clones pasan de largo, Noelle se deja caer en picado rápidamente, mientras varias flechas de agua la golpean de lleno, Noelle se cubre el rostro con las manos. De lejos Asta ve esto y queriendo ir a ayudarla se da cuenta de algo, el ki de Noelle está gritando de emoción, esto es parte de su plan.

Loropechika: Undine, Noelle no puede más deberíamos...

Undine: No mi querida Loropechika, sigue viendo - Dice con una gran sonrisa.

La Danza del Diablo y la ValkiriaWhere stories live. Discover now