Sueños

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Una brisa relajante choca contra las montañas, se puede escuchar el eco del viento pasando por los valle de aquellas montañas. La noche era tranquila, el calor de la fogata era su única fuente de calor, cerca de ella podíamos ver a un hombre adulto de pelos grises utilizar su magia de viento para cortar los alimentos y preparar la cena, luego tenemos a un joven de pelo castaño y puntas verdes sentado en una roca jugueteando con su magia de portales y el más joven de los tres, Asta miraba el horizonte sentado en la orilla de un risco, junto a él estaba su espada clavada en el suelo. El espíritu guardian hace una seña a Finral, el cual abre un portal para que el hombre pueda darles unas bebidas, ambos le agradecen y toman un sorbo de aquella bebida, Finral suspira de alegría por el dulce sabor de la bebida mientras que Asta lo trata de beber de un solo trago para mitigar el sabor amargo de la bebida, pero este se ahoga y empieza a toser.

Finral: No se por que sigues bebiendo de ese jugo si no tienes maná para hacerlo dulce.

Dice El castaño, mirando al muchacho beberse todo el líquido del vaso.

Asta: Cuando te acostumbras al sabor no sabe tan mal, es refrescante - Dice con una gran sonrisa intentando ocultar su disgusto mientras se limpia la boca con el brazo.

Finral: Permíteme que dude...

Ambos comienzan a reír y fijan su mirada de nuevo al cielo, se podía ver un hermoso cielo estrellado.

Asta: Oye Finral-Senpai

Finral: Dime.

Asta: No te gustaría traer a Finese acá? Luego de que derrotemos a la tríada oscura

Finral: Emmm bueno... - Finral se siente apenado por la pregunta, acaricia su nuca y luego contesta - Creo que sería una buena idea, ver las estrellas en un lugar como éste en las montañas es muy diferente a verlas desde una ventana, hay alguien que te gustaría traer a ver las estrellas contigo.

Asta: Me gustaría traer a la hermana Lily y a los pequeños aquí algún día.

Finral: ¿aún sigues con eso de casarte con la hermana? - Pregunta Finral en un tono apático.

Asta: No, no es eso, hay tantos sitios que quisiera mostrarles a todos, hay todo un mundo lleno de maravillas y me siento un poco mal a veces de disfrutar estás cosas sin ellos. - dice en un tono melancólico

Finral: ¿Te sientes sólo sin ellos?

Asta: No, la verdad nunca me había sentido sólo, de pequeño siempre los tuve a ellos conmigo y a Yuno, y desde que entré a los toros negros los tengo a ustedes, son como mi otra familia - Dice el chico mientras se lleva la mano a su manto y lo aprieta con cuidado.

Finral: Es bueno escuchar eso Asta, oye y por cierto ¿que tanto hablabas con Noelle cuando los encontré solos esta tarde? - Pregunta de forma pícara y maliciosa

Asta: Estábamos hablando sobre lo fuertes que nos hemos vuelto - Dice girando la cabeza y levantando el brazo, flexionandolo para dejar ver sus músculos, mientras sus ojos brillan con mucha intensidad.

Finral: ¿Hay algo contigo que no se relacione con fuerza o entrenar?

Asta: Comer, supongo... - Se coloca la mano en el mentón miéntras su cabeza empieza a echar humo

Finral: Para que pregunté...

Ambos se quedan en silencio un rato, el sonido de los grillos se podía escuchar con el eco, mientras que el canto de las montañas y el viento no se detenía, el ambiente era muy agradable, era bueno tomar ese tipo de descansos para apreciar el entorno, relajar la mente y el cuerpo, aclarar las ideas, en ese momento Asta pensó en la pregunta de Finral.

La Danza del Diablo y la ValkiriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora