El Diablo

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La luz de la luna de aquella noche fue suficiente para iluminar aquel sangriento escenario que había dejado el mago de espadas, la sangre goteaba de los cuerpos de sus víctimas, la mayoría de ellos eran soldados de la pica que habían perecido antes de haber sido empalados.

El mago de espadas se encontraba allí de pie mirando el charco rojo que corría por el suelo, mientras observaba el destello de la luna en sus espadas. Levanta la mirada y se encuentra con una estela negra que se dirigía a toda velocidad contra él, el mago de espadas alza las palmas y las espadas salen disparadas del suelo hacia su objetivo.

Asta en su black form golpeaba las espadas mágicas desapareciendo todas al más mínimo contacto, entre aquellos movimientos frenético Asta no quitaba la mirada de su objetivo, de un momento a otro una espada se interpuso por una fracción de segundo en su vista. Vlad había desaparecido de aquel sitio y enseguida el chico se gira para protegerse, había sentido el ki de Vlad a centímetros de él, fue lo suficientemente rápido para bloquear su ataque, está vez el peli negro lo había golpeado con una espada más grande que las anteriores.

Se separan luego del choque, Asta aterriza y utilizando el impulso del suelo sale disparado contra el enemigo una vez más, Asta comienza a girar al ver como una lluvia de espadas descendía sobre su cabeza, logró destrozar casi todas las espadas que pudo aunque algunas lo rozaron dejando algunas heridas superficiales, Vlad estaba de nuevo a centímetros de él, golpea a Asta en el rostro con su puño desnudo y lanza un tajo ascendente que le quita el equilibrio al muchacho, Vlad aprovechó esto para apartar la espada del chico de un golpe.

Asta se repone y de su grimorio saca ambas espadas Shukuma y Metsuma, el joven de la antimagia lanza cortes de antimagia, Vlad con una habilidad sublime corre esquivando con saltos y giros los cortes de antimagia casi a la perfección, Asta se prepara para recibir el impacto de la espada pero de nuevo Vlad no lo ataca con la espada, utiliza sus piernas para darle una serie de patadas, Asta se aleja de un salto al cielo pero es seguido por el pelinegro que empieza a lanzar una serie de ataques frenéticos en el aire que logran ser bloqueados por Asta, el peli cenizo estaba totalmente a la defensiva, no podía contraatacar. Al menos no él solo.

Gadjah apareció tan rápido como un trueno se escuchó por los cielos, se había encargado de alejar a los pobladores de la zona que quedaban mientras Asta hacía tiempo, el moreno lanza un golpe directo a la cara de Vlad y lo mando a volar.

Asta: Gracias Gadjah-san..

Gadjah: No me lo agradezcas aún.

Asta: Este tipo es muy bueno, no desperdicia ningún movimiento...

Gadjah: Lo primero es identificar cómo funcionan sus hechizos.

Vlad observaba a la distancia a ambos enemigos, no le daba demasiada importancia al mago de rayo, había luchado a lo largo de su vida con incontables magos de rayo y no veía algo especial en este mago, aunque reconocía su capacidad y habilidad sólo con verlo y sentir su maná, su objetivo era el caballero de la antimagia del que tanto había escuchado hablar a lo largo de sus viajes, incontables veces escuchó sobre un mago capaz de anular cualquier magia con sus espadas.

Siempre quiso buscarlo y darle caza, pero él por muy hábil que sea no era tonto, escuchó de las hazañas contra Third-Eye y Los elfos, este había tenido la oportunidad de luchar contra algunos elfos y reconoció que eran bastante fuertes para lo que él esperaba, al descubrir también la existencia del diablo de Asta por el tribunal mágico su emoción se hizo aún mayor, el humano sin magia que anula toda magia con el poder de un diablo, era un adversario que estaba ansioso por enfrentar, pero sabía que si lo atacaba estando con los toros negros no tendría oportunidad, menos si luchaba su enemigo más capaz, el único mago que no pudo vencer en un mano a mano, Yami Sukehiro, el mago de oscuridad y maestro de la espada, se prometió darle caza un día y destrozarlo tal y cómo Yami lo hizo con él en sus días.

La Danza del Diablo y la ValkiriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora