06. Revoltillo, Moncler

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En hora del receso, Jake se metió al salón, puso el bolso en frente de Seonwoo, que estaba de lo más concentrado en su pupitre, mirándolo con una sonrisa. Manuel frunció el ceño, esperando a que Jake hablara.

— ¿Qué pasó ahora? No te conozco de lo mejor que digamos pero cada vez que pones esa cara significa que me vas a pedir una vaina, como últimamente vienes haciendo.

Jake asintió, sin quitar la sonrisa sádica, se sentó en la silla de enfrente reposando sus brazos encima del espaldar, a lo lacra. —Ahora si me puedes explicar las bromas esas que me estabas explicando la otra vez.

Seonwoo alzó la ceja. — ¿Acaso es cuando a ti te dé la gana? No jodas Mariano, ahorita estoy ocupado.

Jake bufó. —Conchale pero tú eres más difícil que organización de clap, anda mano, no seas rata.

—No soy rata, es que de pana no puedo ahorita, estoy terminando unas vainas que me mandaron a hacer.

Jake miró lo que Seonwoo Manuel estaba escribiendo en la hoja blanca, la portada de algún trabajo escrito, Mariano arrugó el entrecejo fijándose en el nombre que estaba escribiendo Seonwoo.

— ¿Sunghoon Pérez? ¿Por qué estás haciéndole un trabajo a Sunghoon?

—Porque me pagó —aclaró Seonwoo, terminando de escribir los datos del carajito—, así me gano yo mis buenos rialitos, entonces calla esa jeta porque eres más bullero que el mismo amigo tuyo, Juanito alimaña.

El castaño se carcajeó, sin cambiar la confusión en su rostro. — ¿Quién ejese?

Seonwoo Manuel lo miró, con una expresión obvia. —El catire navaja.

—Juanito alimaña mardición, si inventas Manuel.

Jake estaba privao de la risa, de vaina no se mea en esa vaina, Manuel solo lo miró serio sin verle la gracia a la guevonada, terminó de hacer el trabajo y lo guardó en una carpeta.

—Mamaguevo Sunghoon, se la tira de perfecto y no hace sus vainas propias.

Seonwoo alzó los brazos. —Mano yo no sé, mientras me pague fino por él, del resto no me interesa lo que haga con su vida.

Jake chasqueó la lengua. —Marico ¿por qué eres tan seco? Naguevoná, la piedra que está cerca de mi casa tiene más corazón.

— ¿Cuál piedra? ¿De qué hablas?

—Cerca de mi casa en Las Acacias, hay una piedra grande y cuadrada, ahí uno se sienta fino fino a chismear un rato o a pensar, lo que sea.

Manuel asintió cerrando su cartuchera y guardando las cosas en su bolso, Jake lo miró, esperando a que respondiera la pregunta que le había hecho hace un rato atrás pero el chamo se hizo el loco, el Willy, el desentendido.

Seonwoo sintió la mirada intensa de Jake Mariano, parecía estar a punto de sacarle las palabras con cucharilla. Una chama tocó el hombro de Jake llamando su atención y la de Manuel, según ella estaban llamando a Jake afuera así que el pana salió.

Seonwoo se acomodó en su silla, echándose pa' atrás, la conocida postura de caligueva, revisando su teléfono un rato, mandándole un mensaje al niñito Pérez pa' que fuera a buscar su vaina.

Manuel bajó el teléfono para fijar su vista en el Catire Navaja, mirándolo seriamente. —Hola bro, ¿qué cuentas?

—Dime la verdad, ¿me vas a chorear el teléfono verda'?

¡𝑷𝒊𝒔𝒂 𝒃𝒂𝒔𝒆, 𝒎𝒂𝒎𝒂𝒈𝒖𝒆𝒗𝒐! «𝙴𝙽𝙷𝚈𝙿𝙴𝙽»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora