Eran las 10:34 de la manaña, aún quedaba algo de tiempo para el receso. Pico y tú se la pasaban hablando todo el rato, pero después él se fue, dejándote sola en la cafetería. No te molestaba; te gustaba estar a solas. Te sentaste en unas de las mesas y ahí estaba Senpai. Estaba usando su celular... te pusiste a reflexionar si habías sido grosera o algo por el estilo; ya casi te habías presentado con todos menos con él. ¿Cuál será su nombre real?
Levantó la mirada, aterrizó sobre tí. De nuevo su mirada se volvía extraña, te perdías en ella pero no de manera romántica; sentías misterio por él, ¿quién será en realidad?
Tomaste un poco de tu refresco e intentaste saludarlo, pero no pudiste. Tus manos temblaban al igual que tus piernas, estabas nerviosa. ¿Qué ocurre? fue lo primero que te preguntaste.
— Hola, _____. — Una voz sonó detrás de tí, giraste un poco la cabeza para toparte con Nene. — ¿Puedo sentarme aquí?
Asentiste a medias, una sonrisa se dibujaba en tu rostro.
— ¿Por qué estás tan sola? — Indagó con su timidez.
— Me gusta estar así, en soledad. — Haciendo que Nene lo malpensara, bajó un poco la mirada y se rascó la nuca.
— Ahh... jaja, lo siento.
— ¡No! perdón, aquí quedate, no molestas. — Dijiste nerviosa, la pelinegra sólo reía mientras se volvía a sentar. Te preguntabas qué tipo de persona era ella, y todos.
La curiosidad te consumía cada vez más, ¿Nene te considerará una amiga? no lo sabías. Tomaste aire hasta que tus pulmones se llenaran, te gustaba hacer eso.
Levantaste la mirada un poco, Nene estaba mirando hacia al frente. Miraste hacia donde ella pero sólo estaba Senpai.
— ¡_____! — Escuchaste la voz de Cherry llamándote por la espalda. Giraste y ella se venía aproximando. — Toma, me tengo que ir, la maestra me ha hablado de nuevo. ¡Nos vemos en la clase!
Sin darte cuenta, en tus manos yacía una hoja de papel rasgada. Nene se te quedó viendo callada. Leíste lo que venía, "Hola."
Te quedaste un poco seria, ¿en verdad eso era lo único? supusiste que era sólo Cherry queriendo hacerte una broma así que arrugaste el papel y lo metiste al bolsillo de tu sudadera.
— Nos vemos luego _____, tengo... que ir a mi salón. — Murmuró Nene, levantándose de la silla mientras te miraba. Asentiste con una dulce sonrisa en tu rostro. El timbre para regresar a las clases sonó, te fuiste al salón.
Llegaste y tomaste asiento, Pico se acercó a tu pupitre mientras mantenía una sonrisa a medias.
— ¿Te llegó? — Arqueaste una ceja al oír eso, lo miraste a los ojos. Recordaste la hoja rasgada que Cherry te dió.
— ¿Hablas de esto? — Sacaste la hojita de tu bolsillo, Pico asintió. — Pensé que había sido Cherry quien me la mandó, pero ella tiene linda letra. Aquí está muy fea.
El de cabellos naranjas se cruzó de brazos y alzó la cabeza estando indignado. Soltaste una carcajada.
— Estoy bromeando. ¿Cuál es el motivo para esto?
— Es que estaba aburrido, no tenía a nadie más a quien molestar. — Dicho esto soltaste un suspiro con una sonrisita y volviste a arrugar la hoja. Pico fue a sentarse.
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Las clases de la mañana habían terminado y da comienzo al receso. Pico y tú salieron a pasear de nuevo. Mientras caminaban, sentías que estaba algo extraño; estaba cabizbajo y con la mirada perdida.
— ¿Estás bien? — Preguntaste, él asintió seguido de un suspiro. — ...¿De verdad?
— Te estoy diciendo que sí. — No respondiste nada, pero te quedabas con la duda de qué le pasaba. Hace rato estaba jugando en el salón y alegre, ¿se sentirá cómodo junto a tí? ¿piensa que está siendo forzado a caminar contigo? muchas dudas, pocas respuestas.
— ¿Qué te parece si vamos un pequeño rato a la azotea? tal vez te sientas mejor. — Murmuraste, él sólo asintió y levantó un poco la mirada.
Ambos caminaban por las escaleras, te sentías algo extraña, no tenías la costumbre de tratar a alguien de esa manera sobre todo porque eras algo orgullosa, aparte no sabías cómo consolar gente.
Llegaron, Pico y tú pusieron sus manos sobre el barandal mientras observaban hacia abajo. El viento acariciaba tu rostro de manera sutil y llenar tus pulmones de aire era lo mejor. Miraste al de cabellos naranjas, tenía los ojos levemente cerrados mientras miraba hacia el cielo nublado.
Escuchaste unos pasos detrás de tí, pero sólo eran personas de otros salones yendo a comer. Era cierto, se te había olvidado ir a comprar de comer. Miraste de reojo a Pico, ya parecía estar mejor.
— ¿Quieres ir a la cafetería?
— Claro, vamos. — Respondió con una sonrisa de oreja a oreja, tú igual sonreíste dulcemente. Te sentías algo bien. Bajaron y caminaron hacia la cafetería, Cherry se les unió, ahora eran tres. Notaste que Pico ya no se molestaba tanto por la prescencia de la castaña.
Llegaron, definitivamente la cafetería se hizo tu lugar favorito para pasar el rato. Pico se fue de nuevo, dejándote con Cherry.
— ¿Tú no has notado a Pico algo extraño? — Preguntaste, mientras caminabas hacia una de las mesas. — No sé, yo lo veo un poco desanimado.
— Ahora que lo dices es cierto, pero creo que es algo normal en él. A veces es muy alegre, otras malhumorado. — Respondió. Pensaste en porqué Pico se estaba comportando de esa manera, pero decidiste darle la razón a lo mismo que Cherry dijo.
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El receso acabó, pasaron unas pocas horas. Estabas sentada en tu pupitre mientras dibujabas en tu cuaderno. Miraste el reloj en tu muñeca, eran las 6:36 de la tarde; ya faltaba poco para salir. El sol se estaba ocultando un poco, haciendo que el cielo se viera naranja.
Miraste de reojo a Pico, seguía algo extraño, su mirada estaba perdida y pareciera que no pensara en nada. Te preocupaste un poco pero decidiste no darle tanta importancia.
El profesor no estaba en la clase, todos estaban haciendo ruido y jugando, menos Pico. Realmente era extraño para tí pero recordaste lo que Cherry te dijo; de igual manera no podías dejar de preocuparte.
Los minutos pasaron, la hora de salida llegó. Tú y la castaña iban caminando por los pasillos llenos de gente. Se suponía que Pico venía al frente, de verdad sentías algo de preocupación; algo palpitaba de dolor. Le preguntaste a Cherry si se podían esperar un poco para hablar con el de cabellos naranja, ella asintió.
Dicho y hecho, ambas lo buscaron por toda la escuela pero no lo hallaron.
— Tal vez ya se ha ido, ____. ¿No estás alterada?
— ... Pero... — Recordaste su mirada y su manera de actuar. — Siento que no estoy exagerando, él siempre va al frente ¿no? hoy estaba actuando de manera rara.
— Ya te dije que él suele cambiar de humor rápido. — Entrelazaste tus manos y miraste al suelo, recordaste la azotea.
— Vayamos arriba, tal vez esté ahí tomando algo de aire. En la tarde fui con él. — Cherry soltó un suspiro, pero accedió. Eran casi las últimas en la escuela, aún habían unos pocos alumnos limpiando los salones.
Subieron, buscaron por toda el área. Llegaron a la parte trasera pero sólo habían unos zapatos.
— ¿Esos no son los zapatos de Pico?... — Preguntaste, de repente sentiste un aire frío por tu espalda y el aire te faltaba. — Cherry dime porfavor que esos no son los zapatos de él...
— ... — La castaña no dijo nada, caminó hacia allá y sólo se quedó viendo. Se asomó por el barandal, a tí te temblaban demasiado las piernas y las manos.
— ¡¡MMGHAAAA!! — Gritó fuertemente, cayó al suelo y comenzó a llorar. Tú intentabas hacer algo; pero sólo estabas en shock. Notaste que encima de los zapatos había una carta.
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oh ana [senpai x lectora]
Fanfiction੭°。⋆🫀 ₊˚ :¨·.·¨: 📝💘 ... ⚰️ '·. ♡ ❛ oh ana, todavía estaré contigo, eres el ángel que no pude matar. ❜ ...