C͎h͎a͎p͎t͎e͎r͎ ↑ 01

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Un agitado Moon extendía lo más que podía uno de sus pequeños bracitos.

De nuevo habían dejado la caja de cereal muy arriba.

Incluso había arrastrado una silla del comedor para subirse pero seguía sin alcanzar el jodido envase de las hojuelas de maíz cubiertas en chocolate, sus favoritas.

Seguramente ese había sido el imbécil de Youngho.

Chasqueó la lengua lo más fuerte que pudo y al bajarse llevó muy enojado la silla de vuelta a la mesa.

Doyoung quien le veía desde el marco del comedor se le acercó con indicios de preguntarle qué le ocurría.

— Hyung, ¿está bien? Se le ve muy enfadado —soltó el pelinegro extendiendo su mano para tocar el hombro del más bajo.

— Sucede que de nuevo Jaehyun trajo a Johnny a nuestra casa, y como Seo se cree que es dueño de esto aquí, pues anda moviendo las cosas de lugar —relató quejándose del mejor amigo de su hermano menor.

Moon Yoon Oh, o Jaehyun como todos le decían.

— Ah, ese hyung —soltó el menor rascando su nuca.— Jae dijo que Johnny sólo vino a pasarse esta semana. Como recién regresó de Chicago están aún remodelando su nueva casa —contó el novio del hermano menor de los Moon's.

— Ya, me parece muy lindo que quiera ayudarle, pero al menos que le diga al estúpido de Johnny que no toque mis cosas —y sí.

Taeil odiaba a Youngho con todas sus fuerzas. ¿Y adivinen qué? El sentimiento era mutuo. Johnny también le odiaba y se desvivía por hacerle la vida imposible al enano hermano mayor de su mejor amigo.

Desde pequeño esos dos se habían llevado mal. Por eso cuando Seo aún con 7 años se regresó a su país natal, ambos se sintieron sumamente agradecidos. Pero ahora, luego de 18 años, aún seguían teniendo esa repulsión infantilona hacia el otro.

Johnny se la pasaba haciéndole bromas pesadas o incluso provocándole para que terminaran en una de sus tantas discusiones diarias.

— Apenas es el primer día, pitufo, tendrás que aguantarme por toda una semana —habló una tercera voz.

La de John para ser precisos, quien recién venía despertando. Taeil lo miró con furia y murmuró "Pitufo el trasero que te falta".

— Ah no, espera, me tendrás que aguantar por el resto de tu vida porque me mudé a la casa de la esquina —dijo con burla mirando al castañito y luego pasó a su lado.

— Mira, pedazo de caca, me vale como si te mudas en frente. Yo no aguantaré tus estupideces. No estoy para seguirte el rollo. No es mi culpa que yo te guste y que aún no puedas superarme —oh sí.

Taeil tenía sus cartas bien elegidas para lanzarlas cuando no tuviese con qué argumento defenderse.

Kim sólo miraba la escena con algo de miedo de que esos dos se molieran a golpes por las miradas asesinas que se estaban lanzando.

— Ja, sí, no me digas —dijo el americano con sarcasmo.— Por favor, Moon Taeil, seamos más realistas. Soy el típico chico extranjero, sexy y con apariencia de bad boy al que todos pagarían porque se los cogiera, ¿qué iba a hacer yo con alguien como tú? —

— Fácil, largarte de mi vida —respondió con simpleza.— Como mismo tú dices, soy muy poca cosa para ti, pero yo no veo que busques un reemplazo mío para entretenerte, te encanto —

— Me encantas, pero para hacerte beber agua del inodoro de un hospital —

— Seo, qué galán, no puedo esperar para ver cuál es la siguiente chorrada que vas a decir —fingió hablar como tonto enamorado.— Házme el favor y toma lo que vayas a tomar y lárgate a tu habitación —caminó y luego paró en seco.— Corrijo, "la" habitación de "huéspedes", aquí nada es tuyo —hizo énfasis en las aquellas dos palabras y luego se fue a la sala.

Doyoung suspiró y se dio media vuelta escuchando la risilla fanfarrona de Johnny seguida de un "Se muere porque le dé".

Ay... Si supiera hasta qué punto podría llegar a ser de testarudo aquel bajito, bonito pero malhumorado chico luna.






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Helloooo, regresé con mi nuevo fic Johnil.

E͎n͎e͎m͎i͎e͎s͎ t͎o͎ L͎o͎v͎e͎r͎s͎ ↑ J͎o͎h͎n͎i͎l͎Where stories live. Discover now