Cap.21 ¿Coincidencia? ¡No lo creo!

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Pues allí, a unos metros de ellos, estaba la tía Cass desmayada en el suelo... junto a un vaso de vidrio roto en mil pedazos.

—¡TÍA CASS! ¡MIGUEL, LLAMA UNA AMBULANCIA!

(...)

—La paciente está estable, creemos que su desmayo se debió a una deshidratación, le daremos electrolitos y se pondrá bien— sonrió suavemente la enfermera haciendo que el estrés que se había acumulado en el chico de cabellos alborotados se reduciera al instante, acto seguido suspiró aliviado dejándose caer en una de las sillas de la sala de espera del hospital mientras era sostenido por los brazos de Miguel, el chico mexicano que no dejó de acompañarlo en todo el rato.

—Gracias...— murmuró Hiro débilmente. El silencio se hizo una vez que la enfermera se retiró del lugar.

—¿Estás bien?—preguntó el moreno tratando de buscar la mirada de Hiro, que se hallaba perdida mirando a la nada.

—Sí...— murmuró Hiro quién al sentir el contacto ajeno no pudo evitar acercarse lentamente al pecho del más alto y recargarse allí como buscando el calor del otro, Miguel por su parte no movió un músculo ante tal acción y por el contrario decidió envolver a Hiro en sus brazos, acariciando su cabello de forma que empezaba a tranquilizar al pelinegro al mismo tiempo que herizaba su piel, era la primera vez que se dejaba apapachar por alguien que no fuera su tía y lo mejor simplemente era que esa persona ERA SU CRUSH, excelente servicio. —solo necesito un café...— murmuró el semi asiático.

—Vamos por uno ¿Te parece?— respondió Miguel mirándolo con una sonrisa ligera.

—Claro, pero... —tuvo el impulso de pedirle que se quedaran así por un poco más de tiempo, pero no lo hizo—bueno nada importante, quería pasar a ver a mi tía pero primero necesito algo de cafeína...

—Va pues, y de paso un bolillo pal susto— la sonrisa de Miguel era bastante tranquilizadora y llenaba de confort a Hiro, provocando que una sonrisa se viera en sus pálidos labios, que fue compartida por el moreno unos segundos después. Ambos deshicieron el abrazo para ponerse de pie y encaminarse a la salida para ir a buscar el café que Hiro pedía, solo que al avanzar unos cuantos pasillos una voz ya muy conocida para ellos llamó su atención.

—¡Chicos!— la voz que se oía a unos metros de ellos era nada más y nada menos que la mismísima Alix, quien al igual que Hiro traía una expresión cansada en su rostro pero que a pesar de todo seguía manteniendo su usual actitud—¡Que sorpresa! Los llamé en la mañana y ninguno contestó ¿Sucedió algo? ¿Que hacen aquí?

—¡Alix!—Exclamó Miguel con sorpresa—bueno pues...

—Hola...— murmuró Hiro esbozando una leve sonrisa, que después fue regresada por la chica del mechón rojo.— se presentó una situación con mi tía y tuve que traerla... Miguel estaba conmigo así que sin querer se vió involucrado en esto— explicó para después dar un bostezo que cubrió con su antebrazo.

—Oye, no me molesta quedarme involucrado, haría lo que sea para ayudar— dijo Miguel mirando a Hiro con sinceridad.

—Ya veo— la expresión de Alix se veía entre sorprendida y preocupada.

—¿Y tú chaparra?— preguntó Miguel a Alix— ¿Que andas haciendo por aquí? ¿Sabías que estaríamos aquí o cómo?— Miguel soltó una leve risa tras aquellas palabras.

—¡Jaja! ¡No! Lo que pasa es que...— Alix hizo una pausa, como si estuviera buscando las palabras— mi hermano... se lastimó la mano así que lo traje, justo iba a verlo.

—Dios mío, ¿Cómo pasó eso?—preguntó Miguel asustado.

—Meh, le gusta ir y venir por allí con sus amigos... seguramente hizo alguna estupidez mientras estaba con ellos y cayó sobre sus dedos, ya lo regañaré en cuanto lo vea— explicó la fémina cruzando los brazos decepcionada.

[Mi complemento] ~Higuel~ ♥️🇯🇵🇲🇽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora