CAPÍTULO 24: Una mirada de adiós

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Dicen que el tiempo cura las heridas

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Dicen que el tiempo cura las heridas.

En mi caso, no estoy segura de que las mías vayan a cicatrizar por completo.

Pero sí tengo que admitir que en este último mes he logrado encontrar la suficiente paz que necesitaba para salir adelante.

Empecé por mis padres.

Hemos arreglado nuestras diferencias.

No ha sido algo instantáneo, me llevó varias visitas lograr ponerme en su pellejo por completo y ver las cosas desde su perspectiva.

Pero al fin hemos podido dar ese paso tan importante. Y, la verdad, me alegra mucho haber puesto de mi parte para que sucediera.

Teníamos demasiado que aclarar, tantas cosas que decirnos que dolió...dolió mucho. Pero también sanó.

Entendí que en ocasiones las cosas no son siempre lo que parecen.

Jamás habría imaginado, por ejemplo, que su decisión de mandar a Emily a aquel internado que cambió su vida fue precisamente para protegerla de Tyler. Bueno, quien creía al menos que era Tyler. Pero esa es otra historia que contaré un poco más tarde.

Resulta que ese psicópata amenazó a mis padres con hacerles daño con lo que más les dolía. Y como yo no estaba aquí para ser su conejillo de indias, la siguiente en la lista era mi prima.

Él sabía que jamás le revelarían mi paradero, así que amenazó con vengarse con el único punto débil que les quedaba.

Por supuesto, de haberme puesto al tanto, sabían que habría vuelto sin pensarlo dos veces – aún si eso me ponía en el centro de la diana, porque no hay nada que no estaría dispuesta a sacrificar por mis seres queridos – así que prefirieron dejarme pensar que ellos eran los malos.

Realmente los juzgué mal y me arrepiento mucho.

Estoy inmensamente feliz por haber retomado el contacto.

Este último mes me ha servido para sanar en todos los sentidos, gracias a la tranquilidad de la que he gozado.

Sin embargo, eso no quiere decir que haya sido fácil.

Hubo un momento muy concreto en el que creí que mi mundo se vendría abajo.

Una impactante revelación lo cambió todo.

Y solo el apoyo de los míos me ayudó a salir adelante.

Fue el hecho de descubrir hasta qué punto estuve viviendo una mentira al lado de aquel enfermo que decía llamarse Tyler.

Ahora sé que mintió.

Porque nunca fue quien me hizo creer.

El hombre llamado Tyler se pudría varios metros bajo tierra en aquel pozo dejado de la mano de Dios en medio del bosque de Virginia. El lugar donde lo ocultó...para suplantar su identidad.

Amor sin Condiciones ✔ COMPLETA ©️ {+18} EN FÍSICOOù les histoires vivent. Découvrez maintenant