Eres mi salvación.

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Al ver que la silueta muy parecida a la de Emiliano se aleja, no puedo evitar seguirlo, al mismo tiempo en que grito:

- ¡Emiliano! ¿eres tú?

El hombre se para y cuando estoy cerca de él, sin darme cuenta toma mi muñeca con fuerza y me jala hacía él...

William Brown.

- ¿En todo este tiempo solo se les ocurrió este tipo de ideas? - miro a mis trabajadores, molesto - Para un chiste sacado de internet, ¿esto es todo? - les aviento las hojas - ¿Acaso les pedí qué me copiaran los chistes de internet? En que gastaron el dinero, ¿a qué se dedican? ¿quien dará la demás información?

- Soy yo, presidente. - se acerca nervioso con más hojas en sus manos.

- ¡Pues rápido, continúa!

Mis empleados empiezan a explicarme sus ideas para mis proyectos, pero ninguna es buena. Estoy demasiado estresado y ellos no cooperan.

Piensa el mayordomo Carson: El joven maestro parece estar muy irritado hoy, no ha parado de dar golpecitos sobre la mesa con las uñas y apretarse el puente de la nariz con su mano.

¡Maldita sea! necesito ver a Nina para tranquilizarme...no, espera. ¡Demonios! Nina se ha convertido en mi adicción. Si no la veo por un momento, comienzo a sentirme inquieto. Tal vez deba poner una cama en la sala de reuniones para que cuando quiera verla, la vere dormida ahí...No, ¿en qué estas pensado William?

Nina Johnson.

- ¡Dejeme ir! ¿tú quién eres? ¡no te conozco! - intento soltarme pero me agarra con más fuerza.

¡Está persona no es Emiliano! ¡que lio! William dijo que no podía salir de la habitación, ¿por qué no hice caso?

- ¡Ayuda! - gritó - ¡Alguien ayúdeme!

El señor que me tiene agarrada de la mueña y al cual aún no le he visto el rostro con exactitud, me jala del cabello para luego poner un pañuelo sobre mi nariz y boca.

- ¡Suéltame! - intento forcejear - ¡Déjame ir!

¿Por qué me pasa esto?

- Ayúdame...William...Will...- me desmayo.

William Brown.

Después de largos minutos trabajando con mis empleados, todavía falta más por hablar, pero sinceramente ya no aguanto más y acabo la reunión. A lo que rápidamente Carson me lleva al apartamento de Nina. ¡No aguanto ni un segundo sin verla!. Pero al llegar a su habitación, gritando su nombre, me doy cuenta que no esta. Maldita sea, ¿a dónde ha ido?. Empiezo a buscarla por el gran apartamento, pero no obtengo ninguna señal de ella.

Suspiró ondo y trato de calmarme para luego tomar mi teléfono y marcarle. ¡Vamos, contesta el teléfono!. En ese momento escucho los tonos de su celular, pero fuera del apartamento. Salgo rápidamente y veo su teléfono tirado a lo lejos del pasillo.

- ¡NINA!

Nina Johnson.

¿Dónde estoy?. Abro los ojos lentamente y me doy cuenta que tengo las manos atadas detrás de mi espalda al igual que una cinta en mi boca. ¿Qué paso? ¿cómo llegué aquí?. Trato de pararme, ya que literalmente estoy acostada en el piso, pero solo logro sentarme a lo que veo que estoy encerrada en un cuarto de madera y una ventana a lo lejos. ¿Por qué estoy atada en este lugar? ¿por qué esa persona fingió ser Emiliano?. Ese hombre se hizo pasar por Emiliano, pero su espalda era muy similar a la de Emiliano, ¿Quién planeó esto?

- No desperdicies tu energía intentado desatarte o gritar, no puedes huir. - se acerca a mí - Esta es la base de cine y televisión, esta completamente cerrada, nadie vendrá. - se hinca frente a mí - Mi querida hermana. - me quita la cinta de la boca.

El Despiadado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora