Mochis.

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Jungkook suspiro y se aferro con fuerza a las correas de su mochila, a lo largo de su corta vida Jungkook aprendió lo que eran las mentiras y lo que era romper una promesa, su mismísimo padre le había mentido alguna vez y ni hablar de romper sus promesas, el cachorro de tan solo 5 años ya conocía la decepción, no es que su nana o su hyung le hallan mentido alguna vez, pero si su propio padre ya lo había hecho entonces nadie le podía asegurar que Jimin hyung y su nana no le mintieran solamente para que no se pusiera triste.

El pequeño tenia esperanza de que al menos esas dos personas no le mintieran, de verdad quería creer cuando le dijeron que el chico rubio de lindas mejillas le recogería en la escuela, pero también era consiente de que eso podría simplemente no suceder. Con ese pensamiento en mente camino todo el trayecto a la salida con la cabeza agachada y de ves en cuando admirando el par de moretones nuevos que tenia en los brazos, poco a poco esa situación estaba cansándolo y le dolía no tener con quien hablar acerca de todo el daño que le hacen en la escuela, con comentarios hirientes, regaños de la maestra e incluso golpes que recibía de algunos compañeros, suspiro por ultima vez antes de escuchar la voz más linda del mundo llamándole a lo lejos, sus ojos rápidamente se nublaron y al levantar la vista vio a quien mas quería ver en el mundo, justo en ese momento, el cachorrito sonrió mientras corría apresurado pero con cuidado hacia quien le había regresado la calma y se lanzó a los brazos que le esperaban para darle el más cálido de los abrazos, un abrazo como ningún otro que le hallan dado en su vida, un abrazo reconfortante y lleno de amor y calidez.

-Hola, mi dulce corazón- susurro Jimin en el cuello del pequeño a la vez que se levantaba con el cachorrito en brazos, el cual se aferraba a du cuello -Te extrañe mucho bebé- susurro sobre su cabello.

-Jimin hyung, si v-viniste- hablo entre cortado sintiendo las saladas gotitas salir de sus pequeño ojos.

-Claro que si mi bebé, yo siempre cumplo mis promesas- le sonrió cuando el niño se alejo de su cuello y cargo todo el peso del infante sobre un lado de su cadera -Ahora, ¿que tal su vamos a casa y me ayudas a preparar algo delicioso?-

-¡¡Si!!- grito contento el pequeño y Jimin pudo sentir como su lobo se removía feliz dentro de el.

Jimin bajo al cachorro de sus brazos y le quito la mochila colgándosela al hombro y tomando la mano del pequeño ambos comenzaron a caminar rumbo a la dulcería y la casa del mayor mientras que Jungkook iba relatando con mucha alegría lo había hecho en la escuela por petición de Jimin, el cachorro omitió la parte donde su maestra había sujetado su brazo con muchas mas fuerza de la necesaria, caminaron entre relatos y risas divertidas al rededor de 15 minutos y al entrar a la dulcería Jungkook corrió a saludar a Taehyung quien atendía a una mujer pero aun así se dio el tiempo de tomar en brazos al cachorro y llenarlo de besos antes de dejarlo en el suelo y continuar sus labores, Jimin tomo de nuevo la mano del cachorro y le aviso a Taehyung que estaría arriba con el pequeño, caminaron hacia la oficina y subieron las escaleras, Jimin descubrió que cuando el cachorro estaba de buen humor podía llegar a ser muy parlanchín, y le encantaba esa faceta del infante, al llegar al departamento del mayor ambos se quitaron los zapatos y se pusieran las pantuflas para andar en casa, Jimin unas con dibujos de gatitos y Kook unas simples de color blanco algo grandes para el, el dueño de casa le mostro el lugar al cachorro.

-Y esta es mi habitación, cualquier cosa que quieras o que necesites puedes pedírmela Kookie, lo que sea ¿bien?- pregunto mientras caminaban de vuelta a la pequeña mesa de cuatro puestos que había en la cocina.

-Si Jimin hyung, ¿Que vamos a preparar que es delicioso?- los ojitos del cachorro brillaron enormemente.

-Algo que se que va a encantarte, tu nana dijo que vendría por ti a las 3:30 así que tenemos bastante tiempo para hacerlo- tome en brazos al menos y lo dejo sentado sobre una de las sillas mientras se disponía a sacas todo lo necesario de la nevera y de los estantes de la cocina dejándolos frente al menor el cual miraba con curiosidad los frasquitos con líquidos de colores y los botes de helado -¿Ya adivinaste que vamos a hacer?- se sentó a su lado con una cuchara para helados en sus manos.

¿Y ese dulce? •Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora