Platetas de caramelo.

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-Ya veras que tendrá un buen dia- le aseguro mientras veía como su hijo se iba de la mano del director -Cuando llegue a casa va a estar contento y nos dirá que hizo amigos y que..- un suspiro le interrumpió y volteo inmediatamente a ver al alfa.

Yoongi tenía la mirada fija en el camino que había tomado su hijo antes de desaparecer en algún salón de clases, sus ojos estaban levemente humedesidos y su nariz un poco rosada de la punta, Jimin se sorprendió, parecía como si el alfa estuviera a punto de llorar después de dejar al cachorro en su primer día de clases, pero Yoongi ya había pasado por eso ¿no es así?, debió haberle pasado cuando Jungkook entró por primera vez al jardín. El omega tomó suavemente la mano del pelinegro y recargo su hombro en el brazo del contrario y su cabeza en su hombro.

-Recuerda que esta bien llorar alfa- le dijo después -Si necesitas llorar puedes hacerlo-.

-No me siento con la necesidad de llorar- suspiro y pasó su mano libre sobre su cara, tratando de despejarse -Cuando Jungkook entró el primer día a la escuela no lo acompañe, nana se encargo de llevarlo en uno de los autos, yo solo le dije "portate bien, se obediente y mantén en alto la frente, no quiero ni una queja cuando vuelvas" y así fue, nunca se quejo por lo que le hacían y me arrepiento tanto de haberle dicho eso y me duele saber que por todo lo que paso es solamente culpa mía por no saber lo que mis palabras le harían- se aferro con más fuerza a la mano del menor -Y ahora verlo entrar a la escuela, en lugar de escucharlo de alguien más, saber que tiene miedo y que aún así es tan valiente, lindo y noble me hace sentir tan orgulloso de él que simplemente me sobrepasó- despegó su mirada del camino por el que se fue su hijo y la dirijo a los ojitos avellana que le veían sonrientes y susurro -Si tan solo te hubiera tenido conmigo en ese momento Jimin-.

-L-lo importante es- se aclaró la garganta un poco nervioso y ligeramente sonrojado -Lo importante es que te diste cuenta de tus errores y que ahora estás aquí, dispuesto a enmendarlos, dispuesto a ser un buen padre para ese nene que es tan dulce, tan bueno y tan noble que no te culpa de nada y que te quiere tanto, tienes un hijo maravilloso alfa- le consoló.

-Tenemos, tu y yo tenemos un hijo maravilloso, omega- sonrió y acarició con su mano libre la sonrojada mejilla del omega.

-Si, tenemos un hijo maravilloso- confirmó inclinandose más hacia el tacto del mayor sobre su rostro -Nuestro maravilloso alfita- susurro.

Media hora después y habiendo subido al auto después de despedirse del director quien les aseguró que su hijo estaba en buenas manos, se dirigían sin un rumbo fijo, por lo que el alfa decidió que era buen momento para pedirle una cita al omega, inalo profundo, nervios se volteo a ver al omega en el primer semaforo en rojo que lo obligó a detenerse.

-Jimin- le llamó.

-¿Hum?- le hizo saber que lo escuchaba.

-Yo quería saber, bueno en realidad aún quiero, amm quiero saber...-

-¿Si?- pregunto enternecido por la actitud del mayor.

-¿Tienes planes para hoy?- continuó -Quiero decir, se que teníamos planeado regresar juntos por Jungkook e ir a tu departamento a comer con tu hermano, pero me refiero a que si tienes algo que hacer en el lapso de tiempo que...- y justo cuando pensó que estaba comenzando a hablar más claro el sonido de las bocinas de los autos detrás de él, indicándole que la luz ya había cambiado a verde, le interrumpieron -Mierda- susurro frustrado al tiempo que ponía en marcha el auto de nuevo.

El silencio se extendió entre ellos por un minuto, estaba frustrado no entendía por qué le resultaba tan difícil hablarle claro al menor para invitarlo a salir, iba a necesitar de otro par de minutos para armarse de valor, pero al final eso no fue necesario.

¿Y ese dulce? •Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora