𝘞𝘩𝘦𝘳𝘦 𝘐𝘴 𝘋𝘢𝘯𝘢? | 𝘚𝘦𝘶𝘯𝘨𝘣𝘪𝘯.

8-🐶

Seungmin bajaba las escaleras casi corriendo con muchos papeles en sus manos, fue hacia la cocina donde estaba su madre, ser dueña de una pastelería costaba trabajo, siempre experimentaba en su cocina nuevas recetas y su pequeño era el critico las disgustaba y le daba su opinión ai debería venderla en la pastelería o no.

—¿Que estas preparando mamá? —pregunto curioso viendo como cortaba muchas fresas.

—Ví una receta de pastel de frutillas y mermelada y esta a viendo que tal —comentó sin mirarlo.

—¿Me darás de probar no es así?

—Claro bebé, cuando vengan Innie y Hyunjin pueden probar los tres.

Seungmin sonrió asintiendo, aun si su madre no lo veia.

—¿Crees que estos avisos servirán? —dijo con un tono de preocupació mirando los papeles que tenía en sus manitas. Su madre se dió vuelta y lo miro con una dulce sonrisa, de esas que tanto lo tranquilizaban.

—Claro que lo harán, así será más fácil, tal vez antes alguien la tenía o la vió pero no sabía cómo comunicarse con nosotros, ahora verá los avisos y podrá llamarnos, ya verás. —lo ánimo.

—Eso espero. —susurró.

Justo cuando su padre entró a la cocina el timbre sonó, dejó los papeles sobre la mesa y fue hacia la puerta.

La señora Jung siguió con su preparación, ignorando al señor Kim. Había un gran e incomodo silencio, hasta que el señor Kim desgraciadamente lo rompió.

—¿Que es esto? —preguntó de mala manera mirando los avisos.

—¿Acaso no sabes leer? —respondió de la misma manera.

—Ya dije que Seungmin no va a ir a ningún lado, le compraré otra perra y listo.

Wheein suspiro y se dio vuelta, dejando lo que estaba haciendo.

—Así es como solucionas todo, solo lo reemplazas por otra cosa y listo, como si las cosas fueran así de fáciles. —reprochó.

—Es solo una estúpida perra, ya dejen el drama.

—Eso es lo que piensas tú, pero para tu hijo no es así, Seungmin a tenido a esa perra desde que tiene nueve años, fue su única compañia y consuelo mientras tu estabas sabrá quien donde olvidandote por completo de que tenías un hijo y de que este lloraba cada noche porque no te tenía a su lado. —escupió con odio.

—Pero ahora estoy aquí, ya no necesita a ese estúpido animal, le compraré otro mucho mejor.

—Seungmin no quiere otra maldita perra, entiendelo, quiere a su perra, ¿es que no puedes entender que ese animal es mucho más importante en su vida que tú?

—Cierra la maldita boca —golpeó la mesa bruscamente— como un animal va a ser más importante que yo.

—¿Y que te hace creer que eres importante en la vida de Seungmin? —lo miro con burla.

—Soy su padre.

—¿Y? —preguntó esperando algo más.

—No juegues conmigo. —amenazó.

—Lo abandonaste cuando el solo tenía nueva años, decidiste aparecer cuando él ya tenía quince años y desde que estas aquí no has hecho más que amargarle la vida. Nunca éstas en casa, las veces que estas solo te la pasas tratándolo como si fuera tu sirviente, eres poco cariñoso con él, lo tratas mal, le gritas, desprecias a sus amigos, a su mascota y a él también, ¡dime como mierda puedes tener la cara de creerte alguien en su vida! —–golpeó la mesa enojada.