Monte saurio

Capitulo 26: Rupturas

Los trozos de hielo del cuerpo de Astrid comenzaron a reunirse al mismo tiempo que se derretían, al final, su cuerpo se había formado por completo, nos miró fijamente.

— Susan, esconde a Megan— ordené mientras preparaba mi arco.

— No va a servir de nada— dijo Gwen— ¡Si piensas matarnos, que sea a todos!— gritó a Astrid.

— ¡Gwen!— gritó Víctor— ¿Que crees que haces?—

— Si nos obligan a revelar la forma de volver al siglo XXI, el mundo será un caos, si morimos aquí, el secreto se va con nosotros—

Nos quedamos callados, era claro que la forma más fácil de salvar el futuro era si moríamos ahí, pero obviamente no estaba ni cerca de ser la primera opción.
La chica solo nos veía confundida, su cuerpo de agua se volvió de carne y hueso, mientras mantenía una mirada de confusión y sufrimiento, de sus ojos salían lágrimas sin parar, mantenía una mirada fija hacia el suelo, y respiraba de forma forzada.

— ¿Que deberíamos hacer?— pregunté en voz baja.

— Yo opino que debemos matarla antes de que se vuelva a transformar— dijo Víctor.

Tenía claro que había sido controlada cuando nos atacó, lo que significaría que no fue su culpa, pero también era posible que fuera parte de ellos, no, Abril dijo que había rumores de que había muerto, pero si era posible que ya hubiese sido corrompida por la modificación genética, sin embargo, sus palabras inundaban mi cabeza: "no me obliguen", parecía más una desafortunada víctima de sus experimentos, era un reflejo de lo que habríamos sido si no hubiésemos escapado. Debíamos matarla se era un peligro para nosotros, pero mi cuerpo me lo impedía, nunca antes había asesinado a alguien, y no me sentía listo para empezar ese día.

— No creo que sea lo correcto— dijo Maddie— suplicaba que la dejarán en paz—

— ¡¿Y piensan esperar hasta que se decida a matarnos para hacer lo correcto?!— reclamó Víctor.

— Tranquilízate— dijo Andrew— no debemos actuar impulsivamente, sin embargo, estoy de acuerdo con él, no podemos darnos el lujo de esperar a que decida si matarnos o no—

— Y supongo que lo dicen con tanta facilidad porque ustedes no lo harán ¿verdad?— cuestionó Trevor.

— ¿Que insinúas?— preguntó Víctor molesto.

— No insinúo nada— respondió— estoy hablando claramente, es muy fácil hablar de matar personas cuando tú no lo haces—

— Sabes perfectamente la razón de por qué no podemos hacerlo— reclamó.

— Y supongo que esa es su forma de lavarse las manos mientras nosotros nos encargamos del trabajo sucio—

— Tranquilícense por favor— pidió Gwen— no es momento...—

Fue interrumpida por la chica, quien ya había salido de su shock.

— ¿Cuántos maté?— preguntó.

— No se te ocurra moverte— advirtió Andrew.

— ¿Cuántos maté?— insistió la chica.

— Hay que votar para decidir que hacer con ella— sugirió Susan.

— Díganme por favor— pidió la chica— ¿Cuántas personas maté?—

— ¡Cállate!— gritó Víctor desesperado— ¿lo ven?, no está en sus cinco sentidos, no hay forma de razonar con ella—

— Por favor— suplicó nuevamente Astrid— díganme cuántas personas maté—

— Ninguna— respondió Maddie— al menos de nosotros—

— Ya veo— dijo Astrid con voz cortada— gracias—

Seguido de eso, comenzó a llorar fuertemente mientras caía al suelo de rodillas.

— ¡¿Que haces?!— reclamó Víctor— les acabo de decir que no debemos intentar razonar con ella.

— Si quisiera matarnos ya lo habría hecho— comentó Gwen— ya le dimos tiempo suficiente, no creo que sea peligrosa, así que por favor, dejen de discutir, necesitamos mantenernos unidos para poder escapar—

— Está bien— dijo Víctor poco convencido— aún así, todavía debe tener por ahí el objeto que la controla—

— Es verdad— dijo Gwen— hay que quitárselo—

— Ya no está ahí— dijo Astrid.

Nos quedamos viendo confusos, ella señaló hacia un lugar en el suelo, me acerqué a ver qué era, se trataba de una especie de chip muy pequeño, estaba roto, debió haber dejado su cuerpo cuando la rompieron mientras estaba congelada, pero si era así, ¿entonces por qué no se lo quitó transformada en agua?

— Hay que irnos— sugirió Maddie— dudo mucho que eso haya sido todo—

— ¿Como está Megan?— pregunté.

— Está empezando a despertar, si puede moverse bien iremos a paso lento, pero avanzaremos—

— El lugar más seguro es hacia el norte— dijo Astrid.

— ¿De que hablas?— cuestioné.

— Las especies aquí se mantienen en ciertas áreas que concuerdan con las condiciones en las que vivían— respondió.

— Ella solía salir a investigar— agregó Abril al mirar nuestras caras de confusión— era una aficionada de la prehistoria como ustedes, es la que más se ha alejado de la fortaleza, siempre regresaba con nueva información sobre las especies y lo que ocurría en este lugar, pero nunca con una pista sobre como volver al futuro, un día salió con un equipo de 4 además de ella, y regresó solo su brazo izquierdo, el resto del equipo estaba tan traumado que no quería hablar ni un poco del tema, días después de su llegada, los cuatro se suicidaron, fue la tragedia más misteriosa que se había registrado, por lo que se marcó una frontera en el perímetro de las cascadas, solo los más experimentados de los exploradores podían cruzar más allá, y solo las personas entrenadas podían salir de la fortaleza, por el temor de enfrentarse a algo que nadie había visto, como un depredador del futuro—

— ¿Depredador del futuro?— preguntó Maddie algo asustada.

— Nada de eso pasó— negó Astrid— lo que de verdad pasó es aún peor que un depredador desconocido del futuro—

— ¿Puedes contarnos?— pregunté intentando no presionarla demasiado.

— No aquí, primero hay que buscar un lugar seguro—

— Tenemos un problema con eso— dijo Víctor acercándose.

— ¿Que pasó?— preguntó Maddie.

— Es Megan— respondió— un desmayo ¿no?, que no habría ningún problema además de la pierna, dijeron—

— Solo dinos que pasó— interrumpí.

— Se golpeó la cabeza, ese es el motivo de su desmayo, ahora mismo no recuerda ni como se llama, todo por hacer caso de sus ideas—

— ¿Dices que es nuestra culpa?— pregunté enojado.

— ¡¿Que te imaginas?!— respondió— claro, fue una excelente idea gritar en ese momento, ¿cuál era el problema?, solo atraeríamos a más depredadores—

— ¿Entonces crees que era mejor dejarnos matar por los pyroraptores?— cuestioné.

— Pues que yo recuerde igual tuvimos que enfrentarlos—

— Oigan, por favor— dijo Maddie intentando detenernos— en la situación en la que estamos no debemos pelear entre nosotros—

— Lo entiendo bien— dijo Víctor— seguiremos como hasta ahora, pero que ni se les llegue a ocurrir pensar que somos amigos, o que confío en ustedes—

Se fue con Gwen, Andrew y Megan, mientras tanto, Susan, Trevor, Maddie, Abril y yo nos quedamos con Astrid, quien aún se veía algo confusa, poco después caminamos hacia el norte, a dónde Astrid dijo que estaríamos a salvo, hasta ese momento era nuestra mejor opción, sin embargo, los desacuerdos en el equipo ponían en riesgo nuestro plan.