Donde Harry Potter se enamora de la hija de su padrino.
•Continuación de SEMPITERNAL (s. black)
[HARRY POTTER FANFICTION]
[PRISONER OF AZKABAN || DEATHLY HALLOWS]
Portada hecha por:
@jungxkookxflw
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El expreso de Hogwarts, una reluciente máquina de vapor de color escarlata, ya estaba allí, y de él salían nubes de vapor que convertían en oscuros fantasmas a los numerosos alumnos de Hogwarts y sus padres, reunidos en el andén. Alya, Harry, Ron y Hermione entraron a buscar un sitio, y no tardaron en colocar su equipaje en un compartimiento de uno de los vagones centrales del tren. Luego Alya se separó del grupo de amigos para despedirse de sus tíos y su prima.
—Entonces, nos vemos en navidad —dijo Alya abrazando a cada miembro de la familia Tonks.
—Bueno, creo que preferirás quedarte en Hogwarts, porque con una cosa y otra.
—¿Por qué? —le preguntó Alya muy interesada.
—Ya lo verás —respondió Dora guiñandole un ojo.
—¿Qué es lo que saben ustedes tres y yo no?
—Esta noche te enterarás, espero —contestó Andrómeda con una sonrisa—. Va a ser muy emocionante... Desde luego, estoy muy contenta de que hayan cambiado las normas...
—¿Qué normas?
—Seguro que el profesor Dumbledore lo explicará... Ahora, portate bien, ¿eh? —dijo Ted mientras daba un último abrazo a su sobrina.
El tren pitó muy fuerte y comenzó a moverse.
—¡Diganme lo que va a ocurrir en Hogwarts! —gritó Alya desde la ventanilla cuando ya las figuras de Andrómeda, Ted y Tonks empezaban a alejarse—. ¿Qué normas van a cambiar?
Pero su prima sólo sonreía y les decía adiós con la mano. Antes de que el tren hubiera doblado la curva, ella, Andrómeda y Ted habían desaparecido.
[...]
Los carruajes atravesaron las verjas flanqueadas por estatuas de cerdos alados y luego avanzaron por el ancho camino, balanceándose peligrosamente bajo lo que empezaba a convertirse en un temporal. Pegando la cara a la ventanilla, Alya podía ver cada vez más próximo el castillo de Hogwarts, con sus numerosos ventanales iluminados reluciendo borrosamente tras la cortina de lluvia.
Los que ocupaban los carruajes de delante corrían ya subiendo los escalones para entrar en el castillo. También Alya, Harry, Ron, Hermione y Neville saltaron del carruaje y subieron la escalinata a toda prisa, y sólo levantaron la vista cuando se hallaron a cubierto en el interior del cavernoso vestíbulo alumbrado con antorchas y ante la majestuosa escalinata de mármol.
—¡Caray! —exclamó Ron, sacudiendo la cabeza y poniéndolo todo perdido de agua—. Si esto sigue así, va a terminar desbordándose el lago. Estoy empapado... ¡Ay!
Un globo grande y rojo lleno de agua acababa de estallarle en la cabeza. Empapado y farfullando de indignación, Ron se tambaleó y cayó contra Harry, al mismo tiempo que un segundo globo lleno de agua caía rozando a Hermione y Alya.
