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Noche buena llegó, finalmente.
HongJoong y SeongHwa habían celebrado esa fecha en pareja por los últimos años. Normalmente iban a cenar, algunas veces salían a unas pequeñas vacaciones, y otras pasaban una agradable noche con amigos o familiares.
Ese año, los padres de SeongHwa citaron a ellos y a varios parientes a cenar e incluso organizaron un intercambio.
La pareja llegó antes de la cena, con sus cinco niños emocionados por recibir regalos, y por ver a sus primos.
ㅡ¡Llegaron HongJoong y SeongHwa!ㅡ Avisó con un grito el padre del, estrenando tinte, peligris, causando que los familiares presentes voltearan y saludaran contentos a los recién llegados.
ㅡAppa, ¿Ya me van a dar mi regaló?ㅡ Pregunto WooYoung tirando de la mano de SeongHwa.
ㅡNo Woonie, eso es después. Mientras ve a jugar.
El pequeño volteó a ver a sus primos, asintió y se apartó para irse corriendo hacía ellos junto a sus hermanos. Su juego preferido era las atrapadas, y gracias a que WooYoung llegó justo cuando iban a ponerse de acuerdo para ver quién atraparía a todos, él fue el elegido. Los niños y niñas se dispersaron de la sala, huyendo del cachetón entre risas.
Sin duda la velada estaba siendo muy agradable para todos. HongJoong y SeongHwa conversaban entre bromas y risas con los familiares del menor, disfrutando de una deliciosa cena mientras a los niños se les repartía una comida de su agrado, junto con un pastel hecho por la madre de SeongHwa.
La casa estaba llena de música, risas infantiles, carcajadas de los adultos y un buen ambiente familiar típico de esas fechas.
Como los niños cada vez estaban más impaciente, el intercambio comenzó un poco más temprano de la hora establecida, así que los presentes pasaron a la sala, sentando a los niños en un círculo en medio con los obsequios que entregarían frente a ellos.
Quien comenzó fue el menor de todos por él momento, JongHo, entregó el regaló a la niña que SeongHwa le dijo, ni si quiera sabía su nombre. Caminó hasta ella, le dejo el regalo y tomó el que ella tenía, sin saber si ese le pertenecía o no. Como no era suyo, la niña, mayor que Yeosang, se la quito provocando que el pelinegro permaneciera enojado hasta que le dieron el regalo que sí era suyo. Y para su felicidad, era la caja más grande entre todas. Rompió la envoltura, con ayuda de San, encontrándose con una estructura parecida a la de una casa de muñecas, pero esta era de obscura, con algunos súper héroes incluidos. El pequeño chillo emocionado al ver que entre ellos estaba su favorito, y se la pasó abrazando a la caja el resto de los intercambios.
La emoción era latente, para los infantes era imposible borrar sus sonrisas mientras daban y recibían regalos. San recibió un juego de mesa que enseguida abrió para jugar con sus primos y hermanos, aunque solo fue un rato antes de que sus appas lo guardarán. A WooYoung le regalaron unas pinturas con un tablón que podrían decorar como desease, quería abrirlo ya pero no le dejaron. MinGi tuvo una pijama que lucía como la armadura de Darth Vader, con un sable de luz incluido, se la paso el resto de la noche jugando con el sable rojo, peleando con un primo que obtuvo una pijama parecida, pero de Yoda, y con el sable verde. Y por último, a Yeosang le obsequiaron una patineta completamente azul obscuro, a excepción de las ruedas y ciertos detalles negros.
