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La pareja comenzó a prepararse para aquel día con una gran sonrisa, prometía ser una mañana diferente. HongJoong terminó de ducharse y se cambiaba mientras su novio terminaba de preparar la mesa con el desayuno para los niños.
SeongHwa observó que los cinco platos estuvieran servidos, junto a los vasos que esa mañana tenían leche chocolatada para el disfrute de los menores. Contento con lo que veía se fue a su habitación, entrando para encontrarse con HongJoong colocándose unos converse altos rojos. Sonrió, acercándose a él para pasar por la cintura del mayor sus brazos, apegándolo a su cuerpo.
—¿Te he dicho que me encanta que uses converse?— Una sonrisa lució en el rostro del pelirrojo, a la vez pasaba sus brazos por los hombros de SeongHwa.
—Incontables veces, por eso las uso cariño.— Respondió dejando después un beso en los gruesos labios de su amado, recibiendo el primer beso del día.
HongJoong arruinó el beso cuando soltó una risa al sentir como una mano de su novio iba a su trasero, y le empujó por los hombros sin dejar de reír.》No tienes remedio, monstruo pervertido. Anda trae a Shiber para despertar a los niños.— La noche anterior, antes de dormir, el menor le contó sobre su conversación con WooYoung, obviamente sin mencionar el pequeño incidente, y sobre que habían traído de vuelva a Shiber. HongJoong durmió con una sonrisa luego de escuchar aquello, y de ver al zorro completo y sin secuelas.
SeongHwa se dio la vuelta para ir al clóset, tomando al peluche que pasó la noche sobre sus camisas doblas. Lo tomó entre sus manos, observándolo. Cuando volvió a mirar a su novio le vio bajo el marco de la puerta, aguardo por el para ir a la habitación de al lado.
El pelirrojo fue quien abrió la puerta, encontrando a todos dormidos esta vez. Entró con cuidado de no hacer ruido, y fue hasta la cama de WooYoung para sacudirlo hasta que se despertará. Como de costumbre, se sentó sobre el colchón con los ojos cerrados y estiró sus brazos para que le bajaran de la cama.
HongJoong lo hizo y se lo llevó hasta el pasillo, donde SeongHwa y Shiber esperaban. Con la luz más fuerte ahí, el niño llevó ambos manos a sus ojos negándose a abrirlos.
—WooYongie.— Le llamó HongJoong cargándolo aún tratando de peinarle con su mano libre. Su respuerta fue dejarse ir de lado, ocultándose en el cuello de HongJoong para continuar con su sueño.— Despierta pequeño.
—¿No quieres darle a Sannie su sorpresa?—La voz de SeongHwa sonó dulce, y cumplió su propósito. WooYoung abrió sus ojitos un poco para voltear a ver el peluche que SeongHwa movía con su mano derecha. Sim embargo, seguía recargado en el hombro del castaño.
—Chi.— Respondió en voz baja, sin hacer el intento de moverse.
—Vamos, para que tú lo despiertes y se lo des.— HongJoong trató de hacer que se despegará de él.— Pero recuerda que vas a disculparte, ¿Okay?
