El Retiro

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* Es que me gusta tu cuerpo cuando con ganas la boca me miras, es que me encantan los besos con que me levantas todos los días*

Me había montado en mi auto, convenciendo a todos que si podía conducir, Christopher iba en su auto detrás de mí, pasamos primero por casa de mi madre para recoger a Cielo, antes de salir conté hasta diez para poder tranquilizarme y que mi madre no notará algo raro, "¿todo bien?" – me había escrito Christopher por mensaje – nada, estaba retocándome el maquillaje- escribí de regreso, me baje del auto, toque el timbre de casa de mi madre, ella salió con una sonrisa enorme en el rostro con mi hija en brazos, apenas la sostuve abrace con tanto amor

- ¿todo bien hija?

- Si, si, la extrañe

- ¿Cómo te fue? ¿quieres pasar a tomar un café?

- No ma- dije recordando a Chris- tengo que terminar cosas del trabajo, pero te llamo para ver si mañana me paso

- Ok- me miro extraña- cualquier cosa llámame si

- Sí, claro- tome el bolsito de mi hija en brazos para caminar a mi auto, la acomode en su sillita, mire hacia atrás y vi a Chris quien estaba con las manos en el volante mirando todo detenidamente, me asintió haciendo que le devolviera el gesto y subí a mi auto.

Al cabo de unos veinte minutos estaba estacionando mi auto en el estacionamiento del edificio, le indique a Chris que tomará el de invitados frente al mío para evitar cualquier cosa, tenía una ligera presión en el pecho

- Te ayudo- dijo Chris acercándose a mi mientras el sacaba a Cielo de su sillita

- Gracias- susurre mientras tomaba mi bolso y el bolso de mi hija

- No hay porque- me sonrió mientras cargaba a mi hija, aquella imagen me dio un escalofríos, puse seguro al auto y caminamos hasta el ascensor, marque el piso donde está mi departamento, había un silencio entre nosotros para mi sorpresa no era un silencio incomodo, al contrario Chris jugaba con mi hija quien solo lo miraba con sus grandes ojos

- Es hermosa- me susurro-

- Gracias- ambos nos quedamos mirando fijamente, hasta que me dio una sonrisa tranquilizadora

- Debemos hablar- me susurro

- ¿sobre?- en ese momento el ascensor se detuvo y ambos bajamos, saque las llaves de mi bolso, abrí la puerta dejando que pase el primero con Cielo

- ¿Dónde la dejo?-

- Por acá- dije caminando hacía el dormitorio donde dormía mi hija, la apoyo en su cuna para luego quedarnos mirándola por un momento- es lo más importante que tengo

- Dul- sentí que me susurro cuando mis lágrimas empezaban a caer- shh que pasa- se acercó tomándome en brazos

- No sé qué hacer Christopher, si algo le pasa

- No va a pasar nada, tranquila, confía en mí , vamos averiguar quién es

- ¿también piensas que es Paco?-

- Yo... no lo sé Dul, es muy raro

- Es el padre de mi hija

- Eso no lo descarta de hacer cosas raras

- Pero como puedo pensar si quiera en dejarle pasar días con ella, pensando en que él es quien hace las llamadas y ¿Por qué las hace?

- Molestarte- tomo mi rostro en sus manos, haciendo que lo mirara a los ojos- pero vamos a saber quién es, si es el pues- se quedó en silencio, en ese momento aleje sus manos de mi rostro y saliendo de ahí, camine hacia el centro del departamento en mi pequeña sala, me senté en el sillón, escuche como el juntaba levemente la puerta del cuarto de Cielo para luego caminar hacia donde estaba yo- Dul... yo, hay algo que quiero decirte- dijo dudoso