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Las horas transcurrieron tranquilas, no voy a negar que no podía dejar de reír con las ocurrencias de Christian, tenía un sentido del humor muy contagioso, mientras que Christopher... era otra historia, sentía su mirada sobre mi nuca todo el tiempo, me sentía observada, tenía una mirada suave pero a la vez era bastante intensa, cuando volteaba a ver tenía una sonrisa de lado perfecta.

Cuando terminamos la cena, me pare y me despedí de ambos, a pesar que insistieron en acompañarme quería estar sola, necesitaba esta paz y tranquilidad, para eso había venido...

Deje el lugar, camine por aquel lugar perfecto, lleno de flores, árboles, se respiraba paz, una parte de mi se sentía mal, por desear tanto esto, por desear estar sola, conmigo misma, alejada del estrés, no quiere decir que no extrañaba a mi bebe, de hecho es lo que más extraño en estos momentos, a pesar de ser una bebe, es consciente de la belleza de la naturaleza, amaría las flores, ver esas pequeñas mariposas deambular por todos lados, los pequeños pájaros que se alejaban cantando

- ¿te sientes bien?- susurraron a mis espaldas, una voz que en pocas horas había aprendido a conocer

- Si- fue lo único que dije

- ¿quieres que me vaya?

- ¿quieres irte?- mierda, que había hecho, se supone que debía decir que si, que me dejara sola, en ese momento me volteé a mirar a la persona- quiero decir...

- Me quiero quedar, pero no quiero molestarte

- ¿Por qué crees que me molestarías?- ¿otra vez Dulce María?

- No sé, te vi ensimismada en ti misma, en tus propios pensamientos

- Si- volví a mirar a la nada- pensaba

- ¿en qué?, si se puede saber

- En lo bonito que es todo esto

- ¿si verdad?

- Si, como así decidiste

- ¿Cómo decidí montar esto acá?- asentí- pues este lugar queda de camino a un pueblo donde mis abuelos tenían unas tierras hace muchos años, yo antes era una persona de traje y toda la cosa, me duro muy poco – sonrió- me di cuenta que realmente esto es lo que amo, conectar, con todo lo que nos rodea, la paz, vi que podía hacer ambas cosas "trabajar"- haciendo coma con los dedos" – y vivir, bueno un día iba camino a esas tierras, porque cultivaban ciertas cosas y me tome un desvió, algo en mi me decía que lo haga, mi auto no podía pasar más allá de la entrada, así que me baje y decidí caminar, camine tanto hasta que llegue a este hermoso lugar, - mirando al cielo- ahí fue cuando supe que había llegado acá porque tenía que hacerlo algo grande y magnifico, hice todas las averiguaciones que no fueron fáciles, para que esto fuese mío – con una mueca- de todos, que se pudiera aprovechar y hacer algo enorme, que ayude a todos no solo a mí

- ¿y Christian como llego?-

- El siempre ha sido amigo mío, de hecho el y Alfonso son mis mejores amigos- sonrió porque sabía que yo lo conocía –

- Pero siempre fue así

- ¿así?

- Osea con ese pensamiento

- Uhm un poco, digamos que lo pegue más a esto- se produjo un silencio pero no era incomodo al contrario se sentía agradable- cuéntame algo de ti Dulce María

- ¿de mi?- el asintió- bueno tengo una hermana, en realidad dos Claudia y Blanca, pero Blanca vive en Monterrey con su esposo, me gusta escribir, de hecho he sacado un par de libros, poemas, me gusta cantar y componer canciones aunque no las canto, solo en la ducha – empecé a reír, me sentía relajada no podía negarlo- me gusta pintar nada en especial, de hecho cosas que me vengan en el momento

- Vaya, eres una caja de sorpresas, no te imaginaba

- ¿no? Por

- No se, te ves toda hermética como muy cuadriculada-

- Te estas burlando de mí- empezó a ensancharse su sonrisa, instintivamente lo empuje cuidadosamente por el hombro y el se carcajeo, ese acto me contagió y ahí estábamos en medio de la nada riendo sin ningún motivo o muchos, me sentía libre, hasta que el recuerdo apareció en mi memoria, no era libre, tenía que recordar eso- será mejor que me vaya a dormir, mañana hay que madrugar y

- Te acompaño

- No está bien puedo

- Te acompaño Dul- fue tan tierno como lo dijo que algo en mí se activó, asentí y caminamos en silencio hasta mi pequeño espacio – bueno sana y salva en su morada

- Gracias-

- Dul, realmente espero que te lo pases bien, lo digo en serio, que te ayude a liberar lo que tienes acá – dijo tocando mi cabeza- y acá – poso la mano suavemente sobre mi pecho cerca al cuello sin tocar nada que no deba, pero aquel tacto hizo que me pasara pequeñas descargas de electricidad -


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BUENAAAAS, demoré un poquititoooo pero acá estoy ♥ se que esta corto pero creo que esta bonito, se vienen varias cositas bonitas jajajaa además les contaré que la prox. semana tendré más tiempo para poder engreírlas con más caps! 

El RetiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora