06

2.1K 338 220
                                    


¿Soy un cobarde? ¡Oh, claro que si! Debería escribir unas memorias, seguramente muchos se desesperarían conmigo y me tirarían un libro a la cabeza. Yo lo haría.

Pasaron los días, las semanas. Bueno, no tanto, pero sí una semana y media. La cuestión era que había ignorado y me había escondido de Sunghoon. ¿He dicho que soy un valiente? Después de aquél beso ya no puedo pasar por su lado sin sentir ganas de golpearle la cara, ¿por qué? No lo sé, pero cuando me pongo nervioso me da por ser violento. Después me arrepiento, pero lo soy. En clase intentaba no rozarlo, ni mirarlo. Sé que es algo cruel e infantil pero si le hablo lo único que diré serán incoherencias.

YungJi vuelve a andar rondando cerca de Sunghoon, y él no parece realmente molesto por las atenciones dadas por ella. ¿Qué es este sentimiento? Molestia. Porque él no muestra ningún interés de saber que es lo que pasa conmigo pero si tiene interés en la vida de la Simia esa.

 —Estás celoso.

—¿Yo? ¿De Sunghoon?

—¡No! Estas celoso de la chica esa... ¿la delegada? Ella. —Mamá número dos comenzaba su charla.

Después de clases fui a casa de Jungwon, que era la puerta continua a la mía, y le había expresado mis preocupaciones y disgustos, en los que entre ellos estaba también el simio y la simia, a parte de los deberes y estudios y cosas sin importancia.

—Ya no quieres la atención de todo. Quieres la atención de ese chico. —Dijo mi amigo mientras preparaba palomitas y bebidas para echarnos al suelo a pasar la tarde. —Y ella parece que también la quiere.

—Nunca quise atención.

—Sabes a lo que me refiero.

Puede que mi amigo sea algo extravagante y ese tipo de cosas, también era raro, con pensamientos extraños. Pero se dicen que los único que entienden de locura son otros locos, así que sus palabras se grababan a fuego en mi cabeza, intentando comprender lo que me dice, seguramente tenía razón.

—No lo sé... de todas formas soy yo quien lo evita. Desde ese día que no le dirijo la palabra. Es mi culpa que me ignore él también.

—No, no, no. Si a mi me ignoras por una causa así, lo que haría sería acosarte hasta que me dijeras que te pasa. Si realmente está interesado podría demostrarlo.

Cámbiale el tema Sunoo, esto no te lleva a ningún sitio. Solo te sientes peor porque te está diciendo la verdad. ¿Por qué me estoy complicando tanto la vida? Que ganas tengo de agarrarme a golpes en la cabeza con el cepillo del pelo. 

—¿Has averiguado qué pasa con mi hermano?

—Sí, he averiguado que no me gusta su amigo ese.

—Heeseung.

La sola mención de ese nombre hizo que Jungwon pusiera mala cara, con una expresión de asco, como si alguien oliera mal. Obviamente no era yo.

El pasado fin de semana mi hermano, tal y como le prometió a nuestra madre, trajo al amigo que había hecho en la universidad. Era estudiante de magisterio y, sinceramente, no tenía pinta de futuro profesor. Aunque claro, las apariencias engañan. Resultó ser una persona de lo mas agradable, al igual que mi hermano y, como Jay, eran una bomba de relojería. Explotan y son las dos cosas más extrañas que jamás he visto. Bueno pues mi amigo estuvo presente en la cena del sábado en la noche. Se podían apreciar las miradas asesinas que le daba a Heeseung, el pobre se había puesto incómodo en más de una ocasión, sobre todo cuando mi hermano lo abrazaba y Jungwon parecía que en cualquier momento le saltaría a la yugular. Fue una noche épica.

Orgullo vs Orgullo  [Sungsun]Where stories live. Discover now