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Esperó, pero nada sucedió. Simplemente sintió como el chico de sus sueños agarró delicadamente una de sus mejillas para enseguida unir sus labios en un tierno beso.

Dicha acción no esperaba que pasara, para ella eran simples sueños que tenía algunas veces antes de dormir. El abrazo a la chica y la ayudó a levantarse, después de la adrenalina abandonar su cuerpo se sentía débil, con las piernas temblando.

Abrió los ojos, por un segundo esperó encontrarse con el amanecer y todo su esplendor, pero eso no sucedió. Lo único que pudo observar fue una sombra color ceniza en su frente. Adquirida con su entrenamiento con el pilar de roca.

En ningún momento quiso separarse de su amado, su puerto seguro. Pero al sentir el olor a sangre todos los acontecimientos pasados vinieron a su mente con un rápido flashback.

POV pantalla en negro, solo el sonido porque ta ciega.

Su olfato no era tan bueno como de costumbre, y una cálida sensación la envolvió.

Ni siquiera tuvo tiempo de ordenar sus pensamientos, entender que estaba pasando en aquel momento por que una sensación de pesadez la invadió, enviándole al mundo de los sueños.

(...)

Antes de recobrar consciencia sintió que un terrible dolor se extendía por su cabeza y cuerpo, el abrir los ojos no causó la mínima diferencia, pero poco después voces que antes eran lejanas se volvieron más comprensivas.

–¿Midori? ¡Midori!

Escucho una voz que reconoció como a su amigo chillón.

–¿Puedes oírme?, ¿sabes quién soy?– fueron las siguientes preguntas.

Dios, y eso que  apenas había abierto los ojos.

Intento levantarse pero fue detenida por un fuerte dolor en su cuello que se extendía a todo su cuerpo.

Los presentes susurraron palabras de  consuelo y la aconsejaron a evitar moverse demasiado. Entre todos pudo contar que estaban la enfermera Aoi, Zenitsu, Inosuke... pero, falta alguien.

Justamente la persona más importante no estaba, saber eso la alarmó, Tanjiro era el primero que esperaba encontrar al despertarse, y era justamente el único que no pudo ubicar.

–¿Donde está el?– preguntó. Todos rápidamente sabían de quién se refería.

–Tanjiro está en la otra habitación, despertó antes que vos, insistió mucho en quedarse a tu lado. Así que lo sedamos, hace dos horas que se despertó.

Así que mientras pepa fua a buscar al Gompanchiro, nuestra prota aprovecho para ponerse al día.

–Quedaste inconsciente por una semana.

–¿Una semana?

–Sip, la verdad me esperaba que quedaras más tiempo inconsciente, pero veo que continúas siendo muy fuerte mismo como humana.

La última palabra hizo eco en su mente, estuvo tan poco tiempo despierta desde que todo pasó que ni siquiera pensó en eso.

Paso su lengua por donde deberían de encontrarse sus colmillos, para sentir como en lugar tenia unos dientes normales, lo mismo para sus uñas que a pesar de ya no ser tan resistentes como para causar grandes estragos en la piel de su rival continuaban siendo resistentes.

–¡MIDORI.!

Escucho como la llamaban.

Finalmente lo vio, después de su amigo enmascarado el pelirrojo de sus sueños apareció a su encuentro.

Se saludaron con una abrazo y unieron sus labios en un corto beso, ganándose una burla amistosa por parte de los presentes.

–Crecen tan rápido– dijo el rubio en plan tía en casamiento.

(...)

Finalmente solos, se encontraban sentados en el jardín de la finca de manos dadas, mientras el pelirrojo la actualizaba de los hechos perdidos.

Después de ella el pelirrojo no había tardado en seguir el mismo destino que la de haori rosa, la pérdida de sangre y el agotamiento fueron más fuertes.

Digieron haberlos encontrado a ambos abrazados después de fin de la pelea, ambos tuvieron atendidas sus heridas para no mucho después los evacuados volver a la finca.

Aquel día fue de luto por las víctimas que habían sido controladas, la masacre había sido terrible y ahora muchos rezan para que tengan descanso.

Tanjiro había despertado dos días después, mismo apenas abriendo los ojos preguntó por su novia, pero como terco no tiene solución lo llevaron para verla, el almuerzo fue beneficioso ya que el sedante natural había sido puesto en su comida ya que la preocupación de lo verla despertar podía empeorar su salud.

Esta recostó su cabeza en el hombro del más alto, todavía se sentía cansada y una ciesta no vendría mal, pero la curiosidad era mayor.

–Sabes, Mido. Me dijeron que podías no haber despertado, pero nunca les di oídos.

Ella sonrió con dulzura, su estado era grave, una herida en el cuello podía terminar con su vida según lo explicaron, todavía no asimilaba lo suficiente bien eso.

Su deseo se había cumplido, se sentía feliz. Ahora podría disfrutar de una vida lo más normal posible.

Hayashi| Kimetsu no Yaiba CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora