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El clima en la residencia de
Oyakata-Sama era de tención, fue una de las pocas veces en que algo le aterraba. Pelearía contra dos pilares, pero no podía lastimarlos porque era contra la primera prueba de demostrar que no haría daño a humanos.

El resistirse a atacar a Sanemi sería un gran reto, si quisiera que Tanjirou continuara a su lado tendría que demostrar que ella era de confianza.

El Pilar de ojos grandes agarró su espada y la llevó en dirección a su brazo e hizo una gran cortada de la cuál empezó a escurrir aquel líquido carmesí.

Midori no sabía que hacer para contenerse, enseguida empezó a babear al ver aquel líquido carmesí escurrir de su brazo.

-Vamos, demonio. ¿Porque te contienes?- dijo el de ojos grandes.

Era verdad, ¿Porque se contenía? Ella dependía de los humanos para sobrevivir, mínimamente necesitaba de sangre. Por más que quisiera ser humana no lo sería. Lo único que la deferencia de los demás moustro es que es hija del más fuerte, tan manipuladora como su padre. Pero, ¿Que había pasado con esa chica? Simplemente con el pasar de los días había cambiado. Empezó a recordar con más frecuencia a su mamá, ella si era humana de verdad, como ella deseaba haberlo sido.

De todas las familias que creo su padre para hacerse pasar por humano ella fue su única hija que obtuvo sus poderes, en caso de necesidad ella sería su sucesora.

Pero ahora ni de broma quería serlo. Al final, cazar a su propia especie no sonaba tan mal. A pesar de las consecuencias...

Se le estaba haciendo difícil contenerse, llevaba más de una semana sin alimentarse, eso solo le complicó el de poder controlar sus instintos.

En poco tiempo sus venas empezaron a hacerse visibles en su rostro y sus ojos cambiaron a los naturales.

Sus pupilas verticales, como ojos de gato. Y de color ciruela roja.

-No eres como la mayoría, será un placer terminar con tu vida- dijo.

Mientras la castaña trataba de contenerse el de pendientes conversaba con los demás presentes.

-Nunca antes la había visto tan alterada, si que tiene hambre...

Dijo el chico a la pilar insecto.

-Parece que no come bien a algún tiempo, ¿ella suele usar la técnica de tu hermana? La de dormir todo el día- dijo la peli negra con puntas moradas.

-Lo hace, pero no es tan efectiva como con Nezuko-Chan- interrumpió el rubio.

-Ella parece ser.... no se, diferente a los demás demonios, se le es imposible estar despierta de día y puede salir al sol con una sombrilla- dijo pensativo el pelirrojo.

Una imagen de la castaña se formó en la mente del pelirrojo haciendo que el se sonrojara, haciendo que gane una mirada burlona de sus amigos.

—Ustedes, ¿Tienen conocimiento de su objetivo? Solo la conocen a una par de semanas— Ahora se había entrometido Tomioka.

—Ella quiere volverse humana, ella lo es en parte pero quiere ser por completo— dijo el de haori amarilla con triángulos.

Y volvieron a concentrarse en la escena que se les presentaba en frente, se notaba que Midori estaba a un pelo de poner sus garras encima de Sanemi.

—¡MIDORI! ¡Se que puedes hacerlo! ¡Solo resiste un poco más y aparta la mirada!— le gritó el de pendientes.

El chico sintió cuando su hermana decidió salir de la caja y, cuando la peli negra ya se encontraba afuera le explicó lo que estaba pasando. Pero no contó con lo que enseguida Nezuko haría.

La peli negra de ojos rosa se acercó a la castaña y la miró a los ojos, como si suplicara que no le hiciera daño.

Esa mirada hizo que la demonio se acordara de un momento de su vida que la había marcado para siempre:

Flashback

No tenía permitido salir de aquella casa sin ser acompañada de su padre, ni siquiera de su mamá. Esa orden hacia que las noches pasaran más lentamente de lo que deseaba.

Su madre había enseñado a la chica a leer, escribir y hacer algunas manualidades para pasar su tiempo.

Pero cuando Muzan Kibutsuji lo descubrió, la obligó a entrenar más de lo normal para convertirla en su sucesora.

Si ella puede hacer las cosas como los humanos será para ella más fácil mezclarse cuando lo necesite— esa era la disculpa de su madre a su padre.

Además, a Midori le gustaba esos pasatiempos, la desestrezaba de pasar todo el día encerrada.

Hasta que una noche, Muzan se había cansado de su mamá, y como siempre hacía. Si alguien empezaba a sospechar de su identidad acabaría con la vida de esa persona y cambiaría su identidad.

Pero esa vez, su hija vendría  con el.

Aquel monstruo había acabado con la vida de su mamá, su mejor amiga frente a sus ojos. Alegando de que todo lo que le había enseñado no era necesario y que solo perdió tiempo.

Solo tenía 10 años, después de eso aquel tipo la enseñó a manipular y a matar. A usar sus "poderes" y hacer que todos temieran a su imagen.

Igualito a él....

Pero cuando se le encomendó la misión de acabar con la vida de los pilares, se encontró con el cazador de haori de cuadros negros y verdes y su grupo.

El cuarteto había ayudado a la chica a acordarse de quién realmente era, como su mamá y no como papá.

Y volviendo al tiempo presente, ella apartó la mirada del brazo sangriento. Como hizo Nezuko cuando habían hecho lo mismo con ella.

—¿Que esta pasando?— pregunto Oyakata-Sama.

—La demonio apartó la mirada, demostrando poder controlarse y así pasando a la siguiente fase. Enfrentarse a dos de los pilares— dijo una de las albinas.

Hayashi| Kimetsu no Yaiba CORRIGIENDOWhere stories live. Discover now