13 Los problemas me buscan a mí

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SEMANA 6

—Es aquí —dijo Blake en voz baja parando enfrente de un bar clandestino que había visto mejores días —, ¿estás seguro de esto?

Blake desvió la mirada hacia Jason con un semblante preocupado. Él simplemente rodó los ojos.

—Si me vuelves a preguntar una vez más creo que te romperé la mandíbula.

—Vale, vale —dijo Blake alzando juguetonamente las manos en son de paz —, no hace falta que me ladres.

—¿No se lo habrás dicho a tu hermana no? —preguntó Jason parando en la entrada del bar y mirando a Blake con el ceño fruncido —, es capaz de venir hasta aquí y lo último que necesito es que llame la atención y corra peligro.

—¿Estás loco?, si se entera que te he puesto en peligro sería capaz de matarme —respondió Blake con un toque de terror en la expresión de su rostro.

Jason suspiró aliviado provocando que Blake alzara una ceja sin entender aquella reacción.

—Aunque estés todo el rato ahuyentándola, en verdad te importa —adivinó Blake, al ver cómo Jason le fulminaba con la mirada abrió los ojos de la sorpresa al percatarse de que había acertado. 

—No le vayas a dar falsas esperanzas, no me interesa tener nada con ella...

—Ni con ninguna —interrumpió Blake mordiendo su labio inferior —, si no fuera por esa chiquilla que tiene atontado te habría interesado Marina, recuerdo perfectamente cómo te la comías con la mirada la primera vez que la viste.

Jason rodó los ojos y gruñó algo por lo bajo dando por finalizada la conversación.

—¿Hemos venido a ganar dinero o hablar de gilipolleces? —dijo Jason con un semblante serio y sin esperar una respuesta avanzó hacia la entrada del bar. Blake se encogió de hombros, metió las manos en los bolsillos y le siguió.

El bar estaba petado de hombres, había alguna que otra mujer fumando en alguna esquina esperando claramente a que alguien se la llevara y le pagara por una triste mamada. Encima del bullicio se podía escuchar débilmente una canción de rock.

Jason frunció la nariz al percibir el fuerte olor a cerveza rancia y a nicotina.

Blake y Jason fueron avanzando entre la multitud hasta llegar a una esquina donde había una puerta vigilada por un enorme segurata. El hombre con los brazos cruzados les miró con indiferencia.

—Voy a participar —masculló Jason llamando su atención.

El hombre le miró de pies a cabeza como si se preguntara qué diablos hacía un mocoso en un sitio como aquel.

—Nombre —dijo segundos después con una voz seca ojeando una lista.

Jason desvió la mirada hacia Blake para que le diera el nombre con el cual les inscribió.

—Terminator —dijo Blake con seriedad, Jason al escuchar aquella ridiculez de nombre entrecerró los ojos y se frotó el puente de la nariz.

El hombre desvió la mirada hacia Blake con el ceño fruncido dudando si había escuchado bien, miró la lista y segundos después se echó a reír a carcajadas.

—Vaya par de pringados, esta noche os van a crujir —dijo el segurata sin dejar de reírse a carcajadas y se apartó de la puerta permitiéndoles la entrada.

—¿Por qué eres así de imbécil? —preguntó Jason apretando los dientes y dedicándole una mirada asesina a Blake.

—¿Qué?, es mi película favorita —murmuró Blake mirándole con el ceño fruncido sin entender a qué venía aquel insulto totalmente gratuito.

MALICIA #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora