Luna Llena

Capítulo 6

Capítulo 6

Ese fue el trabajo más malditamente peligroso y emocionante que nos asignaron hasta ahora, estoy completamente agotada tanto física como emocionalmente, pero logramos hacer algo bueno, detuvimos una gran movida y gracias a mi pequeña habilidad no hubo heridos. Lo cual me consiguió unas vacaciones de una semana completa con paga incluida ¿Acaso hay algo mejor que eso?

Aunque pase el primer día completamente en cama, ya me siento mucho mejor y no hay nada que me levante más el ánimo que arreglarme un poco, y simplemente salir a dar un paseo. Apenas hable un poco con Wyatt, el lobo se oía preocupado no sé si por mí o por lo que estaba ocurriendo a su alrededor, puede que no pueda leer mentes y esas cosas, pero la tensión en su voz me dio un par de pistas. En lo más profundo de mi ser, quería verlo, a él, a los dos, pero sabía que no era algo prudente, no solo por el hecho de que no tengo idea de donde viven sino porque desconozco que tan cerrados de mente son en su manada en cuanto a compañeros de diferente especie, por decirlo de alguna forma. Después de mi segunda ducha del día, escogí un vestido negro con estampado de margaritas blancas muy pequeñas, la pieza es fresca, aunque sea pegada al cuerpo, me gusta como se hace sentir. Esta vez, cambié el color de mi cabello a un tono caramelo que vi en la televisión el otro día, se nota un poco que no es natural pero no importa, el color es lindo. Recogí mi cabello en dos grandes trenzas, me maquillé con mi infaltable labial rojo esta vez en una tonalidad no tan oscura. Sonreí ante la imagen que proyectaba el espejo, tomé mi mochila y salí de la habitación.

No tenía gran cosa pensada, un martes la ciudad estaba a todo su esplendor, pasar por un café con caramelo y uno o dos pastelitos de limón, hace tiempo que no visito la zona comercial. A medida que iba andando, más ideas sobre qué debería hacer se me iban ocurriendo, la primer para fue la cafetería, ya con algo dulce en el estómago podría seguir el resto del paseo sin inconvenientes.

El lugar estaba concurrido, pero la mayoría venía por algo para llevar, por lo que quedaban un par de mesas libres en el fondo del local, hice la fila sintiendo como el aroma a dulce se adueñaba de mis sentidos, podría vivir a base de ese aroma.

-Hola, un café con caramelo y dos pastelitos de limón-dije ni bien llegó mi turno, la chica me sonrió tomando nota de mi pedido.

-Enseguida, ¿Para llevar o lo va a tomar aquí?-dijo pasándome el ticket

-Lo tomaré aquí, gracias-respondí pagando e indicándole donde me sentaría.

La gente que trabaja aquí en general es muy amable, es una de las razones por las que no logro cambiar de local, sé que hay otras sucursales, pero está en específico siempre me gustó.

Mientras me sumergía en el disfrute de aquella dulce bebida, noté que había algo extraño, como fuera de lugar, agudicé mis sentidos y me concentré en mi entorno, hasta que finalmente di con lo que no encajaba. Había un demonio en su traje de humano cómodamente sentado a dos mesas de distancia, sus ojos amarillentos por momentos, no parecían querer dejarme. No iba a irme, el traje que usaba reflejaba a un hombre joven de cabellos castaños y tez morena, aquello me daba ciertas pistas de qué tipo de demonio podría ser, por la apariencia pobre que escogió no debe ser un problema para mí, no es de los súper fuertes. Aunque ellos no vendrían aquí para tomar un café, sin embargo, es extraño, muy rara vez me topaba con demonios de este lado.

Termine con mi comida sin quitarle el ojo de encima, esto no me estaba gustando nada, no rompí ninguna norma como para qué alguien fuera tras mi cabeza, aunque nunca se sabe con estos sujetos, podría andar con un cartel de recompensa sobre mi cabeza y no saberlo. De todas formas, antes de salir llamé a Wyatt, no estaba en los planes, pero quería dejar algún tipo de constancia en caso de que esto fuera más allá de lo que podía manejar. También me asegure de mandar un mensaje en código a Evan, después de todo el jefe es el jefe.