Capítulo 7

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Capítulo 7

Mis compañeros de casa estaban en sus respectivos trabajos por lo que tenía completa libertad de uso en el edificio, sin embargo, no podía arriesgarme a nada y con la colaboración del buen clima esperaba a mis parejas bajo la sombra cálida de la tarde. No pasó mucho tiempo antes de que se oyera un vehículo aparcando en la entrada, casi al mismo tiempo sonó mi móvil.

-Estoy en el patio-dije ni bien descolgué.

Un par de minutos después la presencia de mis lobos llenaban todo el lugar, una suave sonrisa se instaló en mi rostro en cuanto los vi, ambos parecían recién salidos de una jornada de trabajo en construcción o algo similar, el polvo se había adherido a la ropa de forma que era notable, lo cual me resultó un poco extraño. De acuerdo, no estoy demasiado familiarizada con las actividades dentro de una manada.

-¿Ocurrió algo?-soltó Maurizio ni bien estuvo lo suficientemente cerca.

-Hola a ti también Maurizio, no recuerdo haber dormido contigo hoy-no pude resistirme a picarlo un poquito.

Su reacción y la de Wyatt lo fue todo, lejos de ruborizarse una sonrisa juguetona asomo por aquellos rostros apuestos.

-Tranquila diablita-dijo entre risas Wyatt mientras tomaba asiento a mi lado- ¿Ocurrió algo malo? ¿Te encuentras bien?

-Es sobre el veneno de ese otro demonio ¿No es así?- Maurizio parecía realmente preocupado por ello.

-No pero podríamos tratar con otro tipo de veneno-murmuré recordando la conversación con esa loba- Iré directo al grano, una mujer lobo de su manada llamó para amenazarme.

El silencio se instaló por unos incómodos dos minutos antes de que Maurizio esbozara una extraña sonrisa y Wyatt comenzara a reír.

-Cariño, dudo que una amenaza de una loba sea realmente un problema para tí- Wyatt es dulce pero se nota que no me conoce ni un poquito.

-Nosotros no interferiremos si llegan a un enfrentamiento, si es eso lo que piensas- dijo Maurizio un poco más serio- las luchas por el derecho a los compañeros son comunes entre lobos.

-¿Es así?-un atisbo de esperanza podría haberse filtrado en mi voz- siempre creí que para validar una lucha de ese estilo tenía que haber algún tipo de reclamación.

-No siempre es necesario, generalmente cuando se da la reclamación es muy difícil que alguien realmente quiera luchar contra eso-aclaró Wyatt con un tono suave, casi como si estuviera soltando una confidencia.

Maurizio en un solo movimiento se acercó a tomar mi mano con una extraña suavidad y calidez propia de los lobos, aquello solo provocaba que anhelara a mis compañeros con todo el cuerpo.

-Evítalo todo lo que puedas, no sé quién es ella, pero si intenta arrastrarte a territorio de la manada, no puede ser algo bueno y justo. No hay acuerdo de compañeros entre nosotros, perderás de todas formas.

Esas palabras encendieron una llama que estaba lista para quemar todo a su alrededor, puse la mayor distancia física que mi cordura en ese momento me permitía, enfadarme es algo sencillo pero extender esa llama que me quema desde dentro... debería darle un premio.

-Tienes razón-comencé a decir, antes de que Wyatt me interrumpiera.

-Badra, espera...

-No está bien, tiene razón, no hay acuerdo ni predisposición. Puedes irte con esa loba si quieres Maurizio-solté con más veneno de lo que esperaba, casi podía sentir como mi voz cambiaba sutilmente.

El lobo que lucía furioso, dejo salir sus colmillos mientras hablaba con cierta molestia en la voz.

-Oh ¿El lobito esta molesto? ¿Quieres jugar?

Luna LlenaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt