Capitulo 8.Fin del verano

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Capítulo 8.

Lucía

Me congelo al notar sus labios arriba de los míos, me muevo por inercia y me pego más a él, me rodeó los brazos en la cintura para profundizarlo, sabe a cóctel de frutas, sus labios son suaves y se nota la experiencia sabe donde hacer presión y donde ser suave, me aferro a su cuello y nos separamos por la falta de aire, los labios se le ven más rosados por mi labial y ambos estamos de mejillas sonrojadas, pega su frente con la mía y noto la ligera capa de sudor que nos rodea por el agite, estaría loca si me dijera que no me gustó, lo conozco al derecho y al revés, sé que no es perfecto, nadie lo es, pero para mi en este momento lo es, me suelto de su agarre al ver que viene un grupo de personas a la oscuridad donde estamos.

—Yo...—trato de articular una oración coherente y comprender que ahora si me voy a volver loca.

Nunca le agradecí tanto al cielo por los metiches de mis padres hasta ahora.

Se queda de frente viendo con semblante relajado, ya recordé porque me cae mal.

—Hey, ¿qué hacen?—preguntó papá, besándonos a lo casual, ¿por?, ¡pero es que lo mato si nos descubren!

—Nada—respondemos al unísono.

—Ya son más de las 12, despídete de Sergio, Lucía, nos vamos—dice mamá y nos dan la espalda para ir a despedirse.

Gran momento para dejarme sola y desamparada.

Se me acerca y me da un beso en la mejilla, trato de relajar el cuerpo, porque sé que si me tenso me voy a caer—Luego tendremos tiempo para hablar—susurra en mi oído, asiento y me alejo.

Salgo de ahí tan rápido como me lo permiten los tacones que llevo, apenas  cierro la puerta de mi habitación me deslizo en la puerta cayendo sentada al suelo, también cayendo en cuenta de lo que acaba de pasar, una vez no besamos a los 12, pero nada comparado con esto, aquello esa vez fue solo un piquito sin importancia, nos dio tanto asco que prometimos no volver a repetirlo. El de hoy fue nuestro primer beso real, me sentí en el cielo por un minuto, me abofeteo a mi misma por decir esto, pero me gusta, sus encantos desde siempre me han atraído, ¿a quién no?, ese beso solo intensifica lo que creí que había desaparecido luego de tanto tiempo. Sus palabras sin sentido, afirmaciones arrogantes, ya hace mucho se forma indirecta que le gustaba y todavía tenía la osadía de hacerme creer que no era conmigo, playboy al final.

Lo que me faltaba, que me terminara de volver loca, niego, necesito dormir y que mis neuronas se apaguen.

....

No pegué un ojo en toda la noche, mi cabeza no para de dar vueltas. ¿Qué se supone que haga?, ¿fingir demencia?, No, eso se vería muy infantil de mi parte.

—¡Lucía!—grita mamá tocando la puerta, primer día de clases, ahora sí lo confirmo, no voy a sobrevivir este día.

—¡No quiero ir!—hago berrinche sin moverme de la cama y abre la puerta.

—¿Y qué piensas hacer entonces?—alza una ceja con la puerta abierta, medio levanté la sábana para verle la cara.

—Tomar un avión de vuelta a Italia, ¿por?—asomo la cabeza fuera de la sábana.

—¿Cómo?, no seas exagerada, cámbiate, Sergio viene a buscarte en media hora—cierra la puerta después de salir.

Ay no, incómodo, bloqueo social, eso me espera, primer día de clases y llego con don rompe corazones a menos de 12 horas de haberme besado.

Esto parece un drama coreano en el que no sé si esté dispuesta a participar.

Me obligo a mi misma a levantarme como un zombie y ducharme, me pongo jeans azules ajustados, una camiseta blanca a la altura del pantalón, deportivos blancos y me dejo el cabello solo pasándole un pasador para fijar los cabellos cortos.

Cuando Llega El Amor [#2 Coincidencias Del Amor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora