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El bote de pastillas estaba sobre el suelo abierto y con algunas afuera, en las paredes goteaba algo de color rojo espeso que la espantó demasiado pero su mente quedó en blanco con la escena frente a ella, en una de sus paredes el más bajo yacía con un lápiz de dibujo trazando lo que parecía ser un dibujo de ella, sus ojos estaban perfectamente pintados con una suave pintura azul celeste y por último sus labios tenían un pequeño color rosado. Al parecer con el lápiz solo estaba dándole volumen a el cabello pues aprovechando que la pared era blanca no había necesidad de pintarlo 

— Mel...—el rubio dio un salto por el susto que le dio la voz de aquella entrometida albina y se volteó a verla con lágrimas en los ojos, ¿que tanto el decían sus voces? No lo sabía pero lo estaban hiriendo emocionalmente — Oh cariño ¿por qué lloras?—

MysticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora