Existe una enfermedad para algunos alfas, esta consiste en que con solo ver un Omega piensan que es su pareja y con el deseo de protegerle, es capaz de acabar con todo ser vivo.
Aquellos con Está enfermedad, van a un centro especial, donde algunos O...
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Ya habían pasado uno o dos días desde que sanji estaba con zoro en aquel lugar. Sanji hacia lo mejor que podía en cuanto ayudar a zoro, Después de todo para eso estaba allí y almenos no está sufriendo como seguramente quería su "padre".
Esta ves, Zoro no atacó al doctor que veia cada 2 días a verle, aunque si le Gruñó.
-Calmate Marimo, solo esta haciendo una revisión -Rió sanji acariciando la mano de zoro, esperando que este no atacará al doctor- suprime tus instintos de cavernicola.
Zoro tenía la mano tensa mientras que el doctor sentía sus latidos, sanji tenía la otra mano de zoro entre la suya, le estaba dando todo el apoyo que podía porque segun, si él Lucía feliz, el alfa sería capaz de afrontarlo todo. Sanji no tenia de otra, ponia una tonta sonrisa y acariciaba de apoco el brazo del alfa para mantenerlo en calma, aunque en realidad no le importaba.
Él solo quería volver a ver a su robin y nami lo más rápido posible.
Y porque no, también a sus amigos... ¿Cómo le estaría yendo al idiota de ichiji? Más tarde iría a ver, tenia que reabastecer este lugar de comida y eso le iba a servir como excusa.
-Listo -La voz del doctor le llamo la atención, el doctor omega de esta extraña instalación que parecía una prisión, él era uno de los mejores en lo que hacía apesar de ser un Omega y estar en constante peligro de ser violado, no por nada tenía ojeras, seguro no dormía bien estudiando y cuidándose, después de todo él parecía virgen... Su nombre era Trafalgar Law, e iba a recordar ese nombre, porque estaba seguro que pronto necesitaría de ese hombre que salio por la puerta.
-¡Muchas gracias! -Grito sanji, antes de ser interrumpido por el abrazo de zoro.
-No veo en que tengas que agradecerle, ¿Quieres algo? Lo que sea te lo puedo hacer llegar -Hablo el peliverde sin soltar al rubio poniendo su cabeza en el cuello de este, sintiendo su dulce olor. Estaba seguro que si ese tonto Marimo no hacía eso, iría tras Law y se lo violaría con la excusa de ser su alfa.
-No, no quiero nada ahora Marimo -Sanji se sintió un poco a gusto con ese toque, pero no del todo, se sentía algo temeroso y a la ves triste por lo que acaba de reflexionar- de acuerdo, Suéltame marimo.
-¿Porque? -Zoro soltó un quejido al sentirse rechazado- ¿Porque no puedo tocarte?
-Aun no es el momento Marimo, aun no, no me siento listo para ese tipo de cosas -Sanji estaba nervioso, zoro parecía algo molesto y mantenía sus brazos alredor de sanji, impidiéndole escapar.
-¿Porque no? -El peliverde soltó un gruñido tensando los brazos.
Sanji quería ser pequeño ahora, así podría salir debajo de las piernas del peliverde y escapar. Pero no podía hacer nada, estaba acorralado por los brazosos del alfa y abajo no había mucho espacio para escapar que digamos. Sabía que si hacia algún moviento el alfa reaccionaria, aunque no sabia como, sentía como si le acechara un gran tigre.
