Capítulo 11- El día de

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Tres días después acaba de hacer la maleta para el hospital con Luis esperándola en el salón para llevarla, y sus hijos a los que no han dejado ir al hospital para darle muchos besos.

En poco rato ya están en la habitación.

Ella sale del baño ya con la bata de hospital puesta y se sienta en la cama nerviosa. Y el la mira desde el sofá.

-En un ratito ya habrá acabado todo

-Luis si los analizan y son malos

-No, no pienses en eso, hay muy pocas posibilidades de eso

-Hace un tiempo mi madre esperaba una mamografía por unos bultos y me temí lo peor, y ahora mírame 

-No me lo habías dicho

-Ya


Una enfermera entra a ponerle el gotero y ella ya se tumba en la camilla.

-La de veces que hemos estado en el hospital

-Entre tus accidentes con la pierna y mis partos

-No me pongas esa carita triste

-Gracias por estar aquí, no tendrías por que

-Mira estemos como estemos siempre voy a estar ahí cuando lo necesites, lo jure el día que nos casamos y antes también y eso nada lo va a cambiar

-¿Me das un abrazo?

-Todos los que quieras


Espera nervioso en la terraza de la planta y se fuma medio paquete de tabaco. Recibiendo mensajes de sus hijos por el grupo que ha hecho para la ocasión, llamadas de Ester, de Alicia.

Y el lo unico que quiere es verla de una vez, saber que esta bien.

Pasan las horas y por fin le dicen que esta bien y que pronto la subirán a la habitación, y entre que informa a los demás y se relaja un poco ya vuelve a la habitación para verla.

Esta medio despertando de la anestesia, y balbucea cosas que no entiende.

Se sienta a su lado y le da la mano mientras ella le mira ya alguna lágrima resbala por su mejilla.

-Te quiero-dice antes de volverse a dormir-


-Esta bastante adormecida aun, ves despertandola e iremos pasando a verla

-Gracias

La enfermera se va y el la mira, aun sujetando su mano.

Sabe que estaba adormecida y aun bajo los efectos de una anestesia, pero ese te quiero se le ha clavado en lo más hondo.


Los días pasan entre visitas y largas noches en ese sillón. El la ayuda a todo, ella no sabe si está incomoda, dolorida o tiene miedo de acercarse emocionalmente a el de nuevo.


-Aitana

-Dime-le responde acomodándose en la cama-

-Bueno nada da igual

-No, dime

-Voy a fumar un momento ahora vuelvo

-¿Vas a hacerme ir detrás tuyo con el dolor que tengo aún?

-Que no es nada de verdad, será el cansancio

-Ven aquí anda

Le hace caso y se tumba a su lado abrazándola con cuidado.

-Se que tu también tienes miedo, no tienes que ser siempre fuerte

-Todo va a salir bien

-Quiero que esta noche duermas en casa, ¿vale?, Ester y Ali se han ofrecido mil veces a venir, y estas muy cansado

-Pero

-No, vas a irte a dormir a casa, con Mat


TormentaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant