CAPITULO 1

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CAPÍTULO CORREGIDO

-Celular, cargado.
-Ropa interior, puesta y en la maleta.
-Crema de manos, por si acaso.
-Dinero, suficiente.
-Maquillaje, por supuesto.
-Uniforme, por desgracia.

-¿Tienes todo preparado? -Preguntó mi madre mirando mi maleta impotente.

-Creo –Respondí arrojando la lista al escritorio –Tengo la lista de las cosas que debo llevar.

Mire la maleta indecisa, ¿Era aquella la única solución para escapar de los problemas familiares?

-Perdona hija, sé que no quieres ir a ese internado y dejar a tus amistades aquí... -Con un ademan la hice callarse, odiaba dramatizar.

Mi hermano desde los quince años que asistía a ese internado y por más que odiara admitirlo, había llegado mi turno.

-No hay problema –Respondí con voz severa -Aunque no creo que dejarte sola sea la solución.

Los dramas de la familia "West", habían comenzado tiempo después de que la hija de Dylan West, lo encontrara al famoso empresario teniendo relaciones con una de sus secretarias. Ella mantuvo el secreto hasta que tiempo después la mujer de él llego de improviso a la empresa y los encontró con las "manos en la masa".

En simples palabras encontré a mi padre cogiendo a su secretaria y le dije a mi madre para que lo compruebe con sus propios ojos.

-Sea o no sea la solución, la decisión está tomada –Mi madre suspiro y volvió a hablar: -Apúrate en terminar que Augusts está inaguantable.

Rodé los ojos y cerré la maleta con fuerzas. Seguramente usaría la mitad de cosas.

"Ok Lola prepárate para tu nueva vida durante todo un año".

-Menos mal que sabes que odio esperar –El comentario irónico de Augusts me provocó una sonrisa amarga.

-Menos mal que los bebés no se pueden elegir antes de parirlos –Respondí.

-Tal cual, vos sos un claro ejemplo.

-Daysi no escuche esos comentarios absurdos –Me acerque a mi hermana de cinco años y le di un abrazó –Yo se que me vas a extrañar.

Ella asintió y me devolvió el abrazo, luego se acercó a mi hermano quien entre susurro le dijo que yo tenía piojos y podía contagiárselos si se acercaba demasiado.

-Augusts calla –Mi madre le ordeno. Era obvio que le había escuchado –Espero que tengan un hermoso viaje, los quiero.

Una vez que estuvimos fuera de la casa, después de los babosos besos y demasiados abrazos de parte de todos, pudimos subir al avión y horas más tarde aterrizar en Londres.

-Vamos a recoger la llave –Asentí y lo seguí a la preceptoria.

Me sorprendió encontrar un espacio tan pulcro abarrotado de estudiantes.

La secretaria, una chica de no más de treinta años vestida a etiqueta nos atendió.

-Lola y Augusts West –Ella asintió.

-Augusts... -Se acomodó los lentes y busco una llave a sus espaldas –Lo siento, pero no encontré tu nombre. ¿Seguro que estas inscripta?

-Pues sí, soy la hermana de el- Dije señalando a mi hermano.

-Lo siento, pero no apareces. ¿Tienes algún número al que podamos hablar con sus padres o algún tutor?

Mire a mi hermano, quien había tensado la mandíbula, confirmándome que ambos pensábamos lo mismo: Llamar a nuestros padres no era buena idea, no después de estar en un juicio por los bienes familiares.

-Pero mi padre ha venido a inscribirnos juntos así que o ustedes buscan la inscripción de ella o la busco yo –La voz de Augusts era arisca.

-Mira si la inscripción de ella no aparece, no es mi culpa es la culpa de tu padre, ya todos los datos de los estudiantes fueron registrados y almacenados en el disco duro, así que si la computadora no reconoce ninguna Lola West es porque no hay ninguna alumna con ese nombre –La exasperante voz de aquella mujer colocó mis nervios de punta.

-¿Está la directora? –Pregunté cortante –Tal vez ella sepa cómo solucionar esto.

La mujer se levantó de su silla con pesadez y se dirigió a una puerta en la esquina, tocó dos veces y espero a que ésta se abra, habló con quién estaba del otro lado. Asintió y con señas nos hizo acercarnos al lugar.

-¿Que pasa acá? –Una señora de media edad se encontraba sentada en el centro de la oficina, con varias hojas esparcidas sobre el escritorio.

-Buenos días –Salude –Hubo unos problemas con los archivos y la secretaria no encuentra mi nombre.

-Entiendo –Cruzó sus manos sobre el regazo -¿Hace cuanto que están inscripto?

-Desde que comenzó el verano –Ésta vez habló mi hermano -Nuestro padre sabe cuan saturado se encuentra éste colegio.

-Bueno querida, debe de ser un problema del ordenador no encontrar tu inscripción pero deberíamos llamar a tus padres para que puedan venir a inscribirte de nuevo, pero igual tenemos un pequeño problema –Mordí mi labio con fuerzas -Si no encontramos tu inscripción y tenemos que reinscribirte, lo más probable es que no tengamos más habitaciones de chicas disponibles, por lo que haciendo una excepción debido a que el error fue nuestro compartirías cuarto con un chico.

Bufé, ¿Para eso me había obligado a ir a ese colegio?

-Nuestro padre está transitando momentos incómodos, además de varios problemas con el divorcio, así que su visita será improbable, por no decir imposible.

Lo cierto, es que desde el divorcio, mi padre, nuestro padre había olvidado tener hijos y comenzado a ocuparse en asuntos "Más" importante, como el trabajo y mantener a sus secretarias especiales. Si, justamente con las que tenía un trato diferente a comparación de las mujeres de su edad. Por ese motivo y muchos más, mi hermano y yo habíamos acordado mantenernos alejados de él

-Entiendo –La directora asintió –Pero si no hablo con él será casi imposible poder incorporarla a nuestra institución.

-Bien –Asentí y busqué el celular en mi bolso, tal vez decirle un "Hola papi" suavizarían la tensión y mejoraría nuestra relación... claro si no lo interrumpía en algo más importante.

-¿Qué te dijo? –Fue lo primero que Augusts me pregunto al cortar -¿Va a venir?

-Si... -Después de varios gritos provenientes de la línea había logrados entender muy poco –El lunes próximo, creo.

-¿Cómo que creo? –Frunció el ceño.

-Estaba ocupado –Balbucee, no quería delatar a mi progenitor frente a una mujer que sería mi directora durante todo el año.

-Bien –La directora tomó una carpeta y comenzó a anotar una cosas en ella –Esto es una carpeta estudiantil todos los estudiantes tienen una, considera esto tu documento dentro de este instituto, por más que no estés inscripta y tu padre no pueda venir hasta dentro de siete días le voy a asignar una habitación con su hermano y va a contar como un alumno corriente. Dado las circunstancias, éste problema es por culpa nuestra.

Mi hermano sonrío con victoria. Acepte la carpeta que la directora me dio y retiré la llave. Según lo que me habían dicho compartiría habitación con Augusts y un amigo suyo, Matt Lawinikis.



Ya no soy la MISMAWhere stories live. Discover now