Comienza una nueva etapa de cambios en la relación de Leon y Jessie.
Todo comienza con las deforestaciones, por lo que la familia de Leon se ve obligada a alejarse de su tribu para mudarse a la ciudad de Súper City.
A Leon le aterra mucho el hecho e...
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Nuestra pareja favorita se encontraba en la casa de Leon, más específicamente en su cuarto. Bo, el papá adoptivo de Leon, había ido con su tribu al campo de batalla y Nita había salido con sus amigas hace media hora. Por lo que decidieron aprovechar su tiempo a solas mirando una película o hablando de cualquier cosa.
A Jessie se le había ocurrido una idea descabellada y algo que quería probar con Leon hace tiempo. Ya saben, esos típicos retos de internet que se hacen en pareja.
Y vaya que sin duda fue una idea descabellada.
—Tengo que admitir que no me veo tan mal con este short —comentó Jessie mirándose al espejo.
Llevaba consigo la típica ropa de su novio; la sudadera de camaleón y los mismos shorts azules.
Aunque algo era claro, la ropa le quedaba un poco más grande de lo normal, puede que Jessie le gane de edad a Leon, pero no de estatura. Él ha crecido mucho estos últimos meses.
Y hablando del rey de Roma...
—Yo me veo ridículo —bufó el contrario mirándose al espejo; la típica playera amarilla de Jessie era lo único que si apenas le quedaba al pobre chico, puesto que el pantalón era muy ajustado para ponérselo— Lo único que me gusta es tu sombrero y está playera aún la siento ajustada.
La pelirroja solo rió a lo bajo. Se veía tan tierno así. Que ganas tenía de abrazarlo.
—¡Me encanta! —agregó un gritó de emoción para después abalazarse a abrazarlo.
—Espera, ¿te gusta? Siento que no es mi estilo—Se miró así mismo con las prendas de su chica—. Digo a ti te queda bien. T-todo te queda bien a ti.
Jessie le sonrió. Adoraba cuándo Leon se ponía tan nervioso para decirle algún halago.
—Oww, me encanta cuándo tratas de decirme cosas lindas —Lo tomó de las mejillas— Para mí, tú siempre serás el chico más hermoso que he visto —habló dándole un pequeño beso en la frente.
Leon sencillamente sonrió. —Bueno, si sigues dándome besos por cada vez que haga caso a tus ideas, lo haré más seguido.
Jessie rió al comentario y lo tomó del mentón para darle un pequeño beso en los labios. —Esta bien, es un trato, querido.
