Capítulo 4

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Dinah estaba por levantarse de la mesa en busca de la castaña cuando llegó un mensaje a su teléfono, inmediatamente se sentó de nuevo llamando la atención de todos en la mesa, abrió el mensaje y enfureció.

—Normani, léeme está lista, por favor—Sacó de sus bolsillos una hoja de papel doblada, esa siempre la traía porque nunca se sabía cuándo Camila de le ocurrían las cosas—Y lee la 11.

Normani extraña extendió la hoja sorprendida, pero al leer unas de ellas, gruñó molesta.

—¿Beso de 3?, ¿Sexo del bueno?, ¿trío?, ¡¿Dinah, esto es tuyo?!—Gruñó y todas las miradas se posaron nuevamente en ellas.

—No, es de Camila—Respondió sin importancia mientras contestaba el mensaje.

Todos abrieron los ojos sorprendidos ante la respuesta de la rubia, Lauren se tensó en su lugar mientras apretaba fuertemente su bebida en su mano, el agua de la botella de desbordó y la botella crujió a la vez que un leve gruñido salió desde lo más profundo de su garganta, Dinah al darse cuenta de lo que dijo junto al gruñido, levantó la vista de su teléfono viendo la molesta cara de Lauren.

—Ehh... ¿Me podrías leer la once, por favor?—Preguntó nerviosa quitando su mirada de Lauren que estaba furiosa.

—Ehm si—Se aclaró la garganta antes de buscar la 11—Colarse a una fiesta de fraternidad—Contestó empezando a sentir la molestia de Lauren en el ambiente.

—Maldita sea, Camila—Gruñó la rubia—No te puedo dejar sola un momento—Bufó levantándose de la mesa guardando su teléfono después de checar la ubicación de la morena—Maldito seas tú también, Óscar—Chistó empezando a dirigirse a la dirección pero su teléfono empezó a sonar—¡Maldita sea!—Regresó a la mesa pisando fuerte ignorando la mirada de algunos, se volvió a sentar a un lado de Normani, la cuál se estaba por levantar al igual que Lauren y Ally pero regresaron a sus asientos al ver a la rubia regresar—¡¿Ahora qué?!—Cuestionó la morocha poniendo en altavoz antes de dejarlo en el centro de la mesa.

—Dinah—Habló la voz de un muchacho poniendo alerta a los demás a excepción de Dinah.

—¿Por qué te llevaste a Camila?—Preguntó entredientes.

En el fondo de la llamada se escuchaban ruidos de automóviles y gritos, todos estaban mirando el teléfono atentamente.

—Eh... Eso no importa ahora, ¿Recuerdas la fuerza descomunal de Camila?—Cuestionó nervioso.

—Si, también que quería meterse a un club de pelea—Rodó los ojos pero al instante algo hizo click en su cabeza—¡¿Metiste a Camila a un club de pelea?!—Masculló enojada.

Los demás de la mesa se alertaron e inmediatamente voltearon a ver a la pelinegra que estaba mucho más furiosa que Dinah, su ceño fruncido, sus labios torcidos y sus ojos brillando por el enojo.

—No tanto así...—Gritos en el fondo se escuchaban pero no eran posible de entender—Solo.. quiero que taches en la lista la número 24, la que dice "Pelearse en carretera" y probablemente también la de ir encarcelad... ¡Oh por Dios, Camila, suéltalo!

Se escuchó como el teléfono se caía, una puerta se abría y permaneció abierta, los gritos incrementaron pero llegaron a escuchar;

"Te voy a romper la cara, perra"

Ese fue un hombre.

"¡¿Quieres más?!"

Esa fue la voz de Camila.

"¡Camila, maldita sea, llamaron a la policía"

Ese fue la voz de Óscar.

"¡Suelta a mi novio, lo vas a matar!"

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